Ya estamos a 24 de Diciembre. Hace más o menos 4 días que vinimos a Irlanda y parece que fue ayer. Estas Navidades las pasaremos aquí, ya que todavía tenemos que 'adaptarnos'. Por lo tanto, serán unas Navidades especiales, por así decirlo.
Si digo la verdad, tengo ganas de empezar en el nuevo instituto, para conocer a más gente, ya que los días los paso en mi habitación sola. También he de decir, que he recorrido todo Mullingar, buscando sitios interesantes y tiendas donde poder ir. Y en una tienda que vi de aspecto rústico, me compré una foto del Big Ben para poder colgarla en la pared. Es absolutamente genial.
Todos estos días me he mantenido en contacto con Elías y Valeria y les he contado como es mi nuevo pueblo.
Miro el reloj y veo que son las dos de la tarde, y no sé qué hacer. El aburrimiento me puede.
-¡Noelia! ¡Baja un momento!- Oigo que grita mi madre.
Bajo rápidamente no sin antes tropezarme con el marco de la puerta. Ya sale a la luz la Noelia patosa. Cuando estoy en el salón con mis padres, ella me dice:
-Hoy vamos a ir tu padre y yo a comprar algo especial para esta noche, ya que es Nochebuena, ¿vale? Y como aún no nos ha dado tiempo de comprar mucha comida, ve a la ciudad y busca algún sitio donde comer. Pero come algo sano, ¿eh? Toma el dinero. - Dice mi madre y me da 20 euros. Es una suerte que aquí se utilice el euro y no las libras, porque si no sería un lío para mí, la verdad.
Poco después mis padres se marchan en el coche y yo me cambio para ir a comer, como me ha dicho mi madre. Me pongo unos leggins marrones y un chaleco de lana beige, ya que hace bastante frío. Me hago una cola alta y me pongo los zapatos, unas botas marrones, y voy a buscar algún sitio para comer.
Por el camino, veo muchos bares pequeños, pero no me decido por ninguno. Un poco más adelante, veo un vistoso cartel en el que pone "Nando's" y un un pollo de alegres colores. Sonrío levemente y pienso que será un buen lugar para comer.
Mientras me voy acercando al local puedo ver a muchas muchachas gritando histéricas. Me pregunto qué les pasará para estar así. Bueno, no es mi asunto, yo he venido aquí para comer. Repaso algunas cosas olvidadas del inglés y me preparó para mantener una conversación en este idioma que tanto me gusta.
Entro esquivando a todas las chicas, de mi edad supongo, y entro a este curioso restaurante. Cuando entro, me fijo que es un establecimiento muy amplio y acogedor, muy familiar, diría yo. Hay mucha gente disfrutando de su comida y noto como me ruge el estómago. Me sonrojo levemente, espero que no lo haya escuchado nadie. Hago una foto con mi móvil al logotipo, para subirla después a mi recién estrenada cuenta de Twitter, para que mis amigos puedan ver dónde estoy.
Me pongo en la cola, y tras esperar un cuarto de hora, aproximadamente, llega mi turno. Mientras avanzo hacia delante, noto que alguien me adelanta. Sin poder evitarlo, sale mi carácter español y le doy un pequeño toque en la espalda a quien se me ha adelantado.
-¡Oye, te has colado! Llevaba aquí un cuarto de...-Digo, pero me paro cuando veo que quien se ha colado se da la vuelta.
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