lunes, 8 de abril de 2013

Capítulo 32.

Salimos de la casa de los chicos y volvemos al coche en el que nos habían traído unas horas antes. Niall abre la puerta y, esta vez, me siento en el asiento del copiloto y Valeria detrás. En cuanto el coche se pone en marcha, Valeria saca su móvil y algo de los bolsillos. Entonces veo que se coloca algo en sus orejas, unos auriculares, y se queda mirando por la ventana. Entonces miro hacia delante y seguidamente, poso mi vista en Niall. Está mirando  concentrado la carretera y cuando se da cuenta de que le estoy mirando, en su rostro se dibuja una leve sonrisa. Es realmente guapo, sus ojos azules cristalinos son capaces de derretirme cada vez que se posan en los míos. Su sonrisa, ¿qué puedo decir de su sonrisa?. Cada vez que sonríe parece que el día se ilumina y algo dentro de mí salta de felicidad. Cada cosa de él lo hace único. Si esto no es estar enamorada, es lo más próximo que hay a estarlo. Hace poco que estamos juntos, pero no me imagino ya sin él, sin su sonrisa, su paciencia y su cariño y su eterna sonrisa.
-¿Qué te pasa, pequeña? Estás embobada.-Dice él sin apartar la vista de la carretera.
-Te quiero. -Le digo a modo de respuesta. Ahora sí que tengo claro lo que siento por él y creo que es el momento de que él lo que sepa.
Él abre los ojos, ya que no se esperaba esa respuesta. Entonces, aparta la mirada hacia atrás y comprueba que Valeria sigue absorta en sus pensamientos y su música, y vuelve a centrar su atención en la carretera.
-Yo también te quiero, pequeña. No sé cómo y ni cuándo me enamoré de ti, pero aquel día en el que nos vimos por primera vez, sabía que eras especial, única. Nunca había creído que esa chica morenita y frágil que estaba delante sería tan importante para mí ahora.  Pensé que era un encuentro casual, pero el destino nos volvió a juntar aquel día, cuando te chocaste, y ya no tuve dudas.-Deja de hablar y toma una bocanada de aire para pronunciar las siguientes palabras:- Te quiero, Noe.
A pesar de que está conduciendo, me levanto de mi asiento un poco y me acerco hacia él para posar un delicado beso en sus labios. Cuando me vuelvo a sentar, él sonríe y le da un poco de voz a la radio. En cuanto empieza a sonar la melodía de la canción la identifico rápidamente y sé que es The A team de Ed Sheeran, una canción que me encanta, de hecho. Casi sin poder evitarlo, perdida en mis pensamientos, empiezo a cantar bajito la canción y entonces escucho la voz de Niall por encima de la mía, cantando al mismo ritmo, haciendo que nuestras voces armonicen.
Poco a poco la melodía deja de sonar y nos quedamos en silencio.
-¡Cantas muy bien!-Dice Niall sonriendo.
-Tampoco es para tanto.-Le digo un poco avergonzada.
-Eres preciosa, con una gran personalidad y encima cantas bien. Tengo la mejor novia del mundo.-Dice Niall.
-¡Para, tonto! No soy perfecta.
-Para mí superas los límites de la perfección.-Termina de decir, justo cuando aparca en la puerta de mi casa.
-Te quiero.-Le digo y le doy un beso a modo de despedida.-Val, venga.
Como mi amiga sigue inmersa en sus cosas, no se da cuenta de que hemos llegado, así que le doy toques en el hombro. Cuando vuelve a la realidad, ambas bajamos del coche y llegamos a la entrada de mi casa. El coche arranca y en ese momento saco las llaves y ambas entramos.
-¡Mamáaaaaaa! ¡Ya hemos llegado!-Grito.
-¿Dónde habéis estado?-Escucho la voz de mi madre proveniente de la cocina.
-Erm, pues hemos ido al centro con las demás.-Respondo.
-Vale, cariño. Dentro de un rato está la cena. -Me informa.
-¡Sí!-Digo antes de subir las escaleras.
Entro en mi cuarto y Valeria me sigue. Nos tumbamos en la cama y empezamos a hablar.
-No entiendo por qué ha pasado todo esto hoy.-Dice Val.
-Bueno, al menos te has dado cuenta de cómo es en realidad.
-Tengo al ídolo más idiota, prepotente y creído del mundo... Pero le quiero. Quiera o no, he estado estos años siguiéndoles la pista, imaginándome cómo sería conocerles y le quiero. Les quiero a todos, pero él siempre había sido mi debilidad, siempre había ocupado un rinconcito más grande en mi corazón y es como ese pedazo se ha roto cuando he visto cómo es.-Dice Valeria.
-Jamás pude entender la devoción que sientes por ellos. Son chicos normales.
-Aunque no lo creas, cuando he estado mal, una canción de ellos me ha ayudado, el mero hecho de saber que algún día los conocería me ayudaba a seguir luchando... Y cuando me ha besado... He tocado el cielo, literalmente.-Dice mientras deja escapar un suspiro.
-¿Y si tanto le quieres, por qué no sales con él?
-¿No lo entiendes? Él sólo me querría para liarse conmigo, llevarme a la cama y luego dejarme en la cuneta. Tengo demasiado orgullo como para que alguien me trate así, y aunque sea él, no, no puedo.
-Tal vez se de cuenta de lo especial y única que eres y se enamora de ti.-Le digo, intentando animarla, aunque sé que nada de lo que le diga lo hará.
-Nunca lo ha hecho y no lo va a hacer, y menos de mi. ¿Me has visto? ¿Has visto a las chicas con las que se relaciona?
-Yo tampoco creía que Niall se iba a enamorar de mí y mira...
-Tú eres genial.
-Y tú también, cariño. Y si ese idiota no se da cuenta de lo que vales, él se lo pierde. Eres fantástica y mira, meto la mano en el fuego y creo que no me quemo si digo que dentro de un par de meses estará coladito por ti.-Digo bromeando.
-¡No mientas!-Dice Valeria, mientras esboza una diminuta sonrisa y me tira el cojín en la cara.
-Nunca lo haría.-Le digo y seguidamente me acerco a ella para darle un abrazo.

|Narra Harry|


Hace 20 minutos que Niall fue a llevar a su novia y a Valeria a su casa. Valeria... Por una extraña razón que desconocía no podía parar de pensar en ella y en su rechazo. No sé que es lo que más me había molestado, el rechazo en sí o que aún sabiendo que yo le gustaba ella se negara. Desde el primer momento que la vi me gustó, eso es cierto, y supe que con ella podía tener buenos momentos, pero no iba más allá de eso. El amor y yo no somos buenos amigos. Una vez me enamoré y sufrí por culpa de ese amor fallido, y no iba a volver a pasar por eso. Desde ese momento decidí lo que quería, y no quería enamorarme de nadie. Y sigo con ese pensamiento. Y mucho menos me voy a enamorar de una cría, que aunque tiene algo especial, no se puede comparar con otras mujeres con la que he estado.

En otra parte de mi cabeza, un sentimiento de culpa se retorcía y quería salir, pero la otra parte se lo negaba. Harry Edward Styles, ¿qué te está pasando? Sólo es una chica más.
Justo en ese momento un portazo interrumpe mis pensamientos. Levanto la vista y veo a Niall entrando en mi habitación bastante disgustado.
-¿Qué mierdas te pasa, Harry? ¿Por una vez en la vida no puedes dejar tu estúpido egocentrismo a un lado y portarte bien con los demás?-Dice.
Touché.
-No veo por qué debería hacerlo. -Digo mostrándome lo más indiferente que puedo.
-¿No te das cuenta que haces daño a las personas con tu actitud? La chica a la que has avergonzado hoy es Directioner, lleva soñando este momento desde años, y cuando consigue conocernos, te portas como un idiota. Baja tus humos, estrellita. 
Un sentimiento extraño recorre mi cuerpo. ¿Culpa? Puede ser, pero ante todo lo hecho, hecho está y tengo una imagen que mantener.
-No es la primera chica a la que han decepcionado. Lo superará. Y después se arrepentirá.
-¿En que momento te volviste tan idiota? No te reconozco, Hazz.
-No he cambiado, simplemente me he dado cuenta de cosas. -Digo, bajando la mirada.
-Si tú lo dices... Para la próxima vez, intenta comportarte como un ser humano. Es un consejo... O una advertencia, tómalo como quieras.-Me dice Niall, justo antes de atravesar la puerta de mi habitación.



PERDONAAAAD POR TARDAR TANTO :____( He tardado muchísimo en subir, pero entre que no tengo tiempo y no encuentro la inspiración, no puedo escribir. Espero que os guste el capítulo, creo que ya mismo va a terminar, así que... Pero bueno, aún queda. Eso, se que es horrible, pero no doy para más. Kiss. Por cierto, me he hecho una cuenta de icons @_FearlessIcons , seguidme, doy followback y podéis hacer pedidos.









lunes, 4 de marzo de 2013

Capítulo 31.

En cuanto entro, una sensación de calidez recorre mi cuerpo. Miro a mí alrededor y veo los detalles que tiene la casa. Puedo ver un salón, que queda un poco alejado de nosotros, con una gran televisión y unos sofás enormes. A la derecha del pasillo veo una cocina, con una encimera como la de los bares y cinco sillas alineadas perfectamente. Al final del pasillo, hay una escalera que lleva a la segunda planta, donde supongo que estarán las habitaciones de cada uno de los chicos.
-¡Me encanta vuestra casa! -Digo acercándome a un cuadro colgado en la pared, con una foto de ellos recogiendo un premio no sé donde.
-Bueno, es un buen sitio para vivir. Pero estoy seguro de que la de Londres te gustaría muchísimo. -Dice Niall con una media sonrisa, mientras me pone el brazo por encima de los hombros. Valeria está con Harry viendo y comentando cada una de las fotos que hay colgada en la pared.
De repente, estornudo fuertemente y Niall dice:
-Vamos a que te cambies de ropa, que si no, vas a coger un buen resfriado. -Dice y yo asiento.
Me coge de la mano y me dirige hacia la planta superior de la casa, dejamos a Harry y Valeria solos. 
Cuando hemos subido las escaleras, miro a los lados, y a mi izquierda hay 3 puertas, y en el otro lado 2. Me tira suavemente hacia delante, apretando la mano de vez en cuando, y me dirige hacia una de las puertas de la izquierda, en concreto a la que queda más alejada de la escalera.
Abre la puerta y me empuja suavemente al interior de la habitación. 
-¿Te gusta? - Me dice, frotándose la nuca.
Empiezo a mirar todos los detalles de la habitación, las fotos, el armario donde tiene guardada una gran cantidad de ropa, algunos objetos de distintos países que tiene sobre la cómoda. Con una mano cojo una bola de cristal con una Torre Eiffel en su interior, y la muevo suavemente, consiguiendo que cientos de minicopos de nieve se muevan por la bola. Me fijo también en el objeto que hay a su derecha, y suelto una risita al ver una foto de Niall en Madrid sujetando una bandera española.
-No está mal. -Le digo mientras le vuelvo a mirar. En estos momentos, él está agachado y sacando algo de ropa para mí. 
-Ten.-Dice mientras me acerca una sudadera suya y una toalla blanca. -Si quieres cámbiate aquí.
-Pero no mires, ¿eh? - Le advierto.
Él sonríe y se da la vuelta, dándome la espalda y un poco de intimidad para cambiarme la camiseta mojada. Me quito rápidamente mi sudadera empapada y me seco los brazos con la toalla y seguidamente, me pongo la sudadera de Niall, que me queda un poco ancha. Levanto la mirada y veo a Niall mirando hacia la pared con los ojos cerrados. Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro, y sin hacer ruido, cojo un cojín de la cama de Niall y se lo tiro a la cabeza.
-¡Vamos!-Le digo mientras me río.
-¡Eh! ¿Qué se supone que haces? - Dice después de recibir el impacto del cojín y frotarse la cara.
Me empiezo a reír y entonces se abalanza sobre mí, con el cojín en la mano, y con ganas de vengarse. Me da con el cojín en el brazo, con poca fuerza, y rápidamente cojo otro cojín y me defiendo.
Finalmente, acabamos nuestra particular pelea entre risas y plumas y, tras firmar la paz con un beso, bajamos al salón.
Escucho ruido al pasar al lado de una puerta, y supongo que serán Harry y mi amiga. Sin embargo, no nos detenemos y bajamos por la escalera. 
Cuando llegamos al amplio salón, me quedo asombrada. La televisión es más enorme de lo que parecía y los sofás parecen que están hechos para veinte personas.
-¡Guau! -Exclamo.
-Jajaja. Vamos, ponte cómoda. Voy a por algo de comer. -Dice Niall mientras se dirige a la cocina.
-Oh, gracias, pero no tengo hambre. -Le digo.
-No era para ti. Simplemente tengo hambre. -Dice mientras se ríe.
-Oh, claro. -Le digo.
Escucho su risa ahogada viniendo de la cocina. Miro a mi lado y veo una pequeña pelota de baloncesto y empiezo a lanzarla hacia arriba mientras espero sentada en el cómodo sofá de cuero negro a que Niall regrese.
Poco después, mientras estoy inmersa en mis pensamientos, Niall aparece en mi campo de visión con una bolsa de patatas enorme y unos Donuts.
-¿Todo eso te lo vas a comer tú sólo? -Le pregunto, incrédula.
-Bueno... Sí, esa es la idea. Y por ser tú, te dejaré que cojas unas pocas patatas. -Dice con una gran sonrisa mientras se sienta a mi lado y abre la bolsa.
-¡Qué privilegio, dios mío! - Digo irónicamente.
-Simplemente me has pillado en un buen día. - Dice mientras coge un puñado patatas y se la introduce en la boca. Pongo los ojos en blanco y sigo lanzando la pelota hacia arriba.
-¿Qué haces? - Dice mientras me mira fijamente.
-Lanzar la pelota hacia arriba. -Le respondo.
-Sí, eso creía. -Dice mientras centra de nuevo la vista y su atención a la bolsa de patatas.
Dejo la pelota en mis piernas y meto una mano en la bolsa. Rápidamente, noto como los dedos de Niall se entrelazan con los míos, intentando impedir que consiga mi "objetivo". Como Niall se resiste, me giro en su dirección y me abalanzo hacia él, dándole un fuerte beso en los labios, y haciendo que se despiste y con un movimiento rápido, cojo un par de patatas y me alejo de él, mientras suelto una risita victoriosa. Él se queda mirándome un poco pillado, y deja escapar una bonita sonrisa cuando me ve comiendo las patatas.
-¿Siempre consigues todo lo que quieres? -Dice, con una sonrisa.
-Sí. -Digo, mientras le saco la lengua.
-Cada vez me gustas más, pequeña. -Dice, dejando la bolsa atrás y atrayéndome hacia él con sus brazos.
Me da un beso intenso, donde nuestras lenguas luchan para ver quien ganará, un beso que hace que nos olvidemos del mundo y de cualquiera que nos rodea. Cedo ante la fuerza que Niall ejerce sobre mí y me tiendo en el sofá, con Niall encima mía, y seguimos besándonos. Noto los cálidos labios de Niall repartiendo pequeños besos desde mi hombro hasta mi cuello, pero entonces, escuchamos un gran ruido que viene de la planta superior.
-¿Qué ha sido eso? -Digo cuando por fin logro separarme de Niall.
-Nada. -Dice mientras sigue dándome dulces besos en mi cuello.
-Niall...-Digo, pero cuando voy a continuar, él consigue que me calle con un beso. 
Escucho otro ruido y esta vez, si que logro que Niall pare.
-Para, Niall. -Digo poniéndole las manos en el pecho y separándole de mí. -Será mejor que vayamos a ver si ha pasado algo. -Termino de decir.
Me pongo de pie y me tapo el hombro descubierto con la sudadera. Le doy la mano a Niall y seguidamente, un pequeño beso.
-De acuerdo. -Dice este finalmente, mientras le cojo de la mano y le arrastro detrás mía.

*EN OTRO LUGAR DE LA CASA (concretamente en la habitación de Harry)*

-¡Dios! No me puedo creer que esté aquí. - Dijo Valeria, llena de emoción.
-Bueno, no es para tanto. -Dijo Harry, mientras dirigía a Valeria al interior de la habitación y le daba un repaso con la mirada a la chica, que se encontraba delante de él.
Valeria se dio la vuelta rápidamente, y se encontró con la cara de Harry a escasos centímetros de la suya. La mirada del chico se dirigía tentadoramente a los labios de Valeria y ella sintió que un escalofrío recorría su espina dorsal y un rubor cubría sus mejillas.
-¡Qué mal día hace! El del tiempo dijo que no iba a llo...-Empezó a decir Valeria,un tanto nerviosa al ver que Harry se encontraba a escasos centímetros de ella, pero este se adelantó y posó sus labios sobre los de ella, antes de que pudiera acabar la frase.
Valeria, impactada, no se separó de él, y casi por instinto, enredó sus dedos en los rizos de Harry. Rápidamente, Harry, se separó de Valeria, ante el desconcierto de esta. Valeria tomó una bocanada de aire.
-¿Estás aquí conmigo, a solas, y lo único que se te ocurre es hablar del tiempo? Eres rara, pero, ¡qué demonios!, me gustas mucho. -Dijo Harry mientras se volvía a acercar a una nerviosa Valeria, con una sonrisa pícara en su cara.
Valeria no sabía qué hacer, su ídolo estaba enfrente de ella diciéndole que le gustaba. Y ella le quería muchísimo también, pero no de esa manera. 
-Pero tú sólo me quieres para un enrollarte conmigo. -Dijo Valeria, nerviosa.
-Valeria, tú me gustas. Y yo a ti también, está claro. Es la oportunidad de tu vida, salir con uno de tus ídolos. Piénsalo.-Dijo Harry, mientras se acercaba a la chica, y le ponía una mano en la cadera.
Tras acabar de decir esto, algo en la cabeza de Valeria se encendió. Ella no quería ser una más en la lista de Harry. Estaba loca por él, pero era lo demasiado orgullosa para que la trataran así.
-¿Y ser una más en la lista del famoso Harry Styles? Paso. No soy como las demás. A diferencia de ellas, yo tengo orgullo y no soportaría algo como eso. -Dijo Valeria, decidida.
Harry, un tanto molesto por el rechazo, estaba dispuesto a salirse con la suya, así que se fue acercando a ella cada vez más y más, hasta que la tenía arrinconada en el borde de la cama.
-Deja de comportarte como un crío y déjame tranquila.-Dijo Valeria muy nerviosa al ver que la situación se le escapaba de las manos.
Cuando se quiso dar cuenta, estaba medio tumbada en el borde de la cama, con los brazos de Harry apoyados a ambos lados y él mirándola desde arriba con cara de suficiencia.
-¿No me vas a dejar en paz? - Dijo Valeria con un tono amenazador.
-No, nunca paro hasta que consigo lo que quiero. -Dijo Harry, mientras flexionaba los brazos para poder darle un beso a Valeria.
-Tú te lo has buscado.
Pero justo en ese momento, en esa milésima de segundo, Valeria levantó la pierna hacia arriba con fuerza para impactar con las partes nobles de Harry. Este quedó tendido en el suelo, estremeciéndose del dolor.
-Siento decirte esto, ya que eres uno de mis ídolos, pero esto te pasa por capullo, Styles. -Dijo Valeria mientras se levantaba de la cama y miraba a Harry.-No quería llegar hasta este punto, pero no me has dejado otra opción.
-Serás... -Decía Harry aún en el suelo.
-¿Increíble? ¿Única?-Dijo Valeria entre risas. -Vamos, levanta. 
Valeria se acercó a Harry y le tendió en la mano, para ayudarle a que se levantara, pero en ese momento se abrió la puerta de la habitación.

****

Lo primero que veo al abrir la puerta es a Valeria, aún con la ropa mojada, agachada y con la mano extendida hacia Harry, que estaba tirado en el suelo.
-¿Se puede saber qué ha pasado aquí?-Dijo Niall.
-La amiguita de tu novia, que es dura de pelar. -Dijo Harry incorporándose.
Mi mirada se posa en Valeria y sucesivamente en Harry. Ambos tienen una cara de mala leche increíble y evitan mirarse.
-¿Aún no te has cambiado de ropa? -Dice Niall, un poco molesto.-Ahora vuelvo.
Miro por el rabillo del ojo a Niall, que se dirige a su habitación y poco después vuelve con una sudadera. Se la da a Val y esta se mete en el cuarto de baño, de donde sale poco después, con la sudadera puesta. 
En ese momento, bajamos al salón los cuatro, y nos sentamos en el gran sofá de cuero. Niall y yo en el centro, Val a mi lado y Harry al lado de Niall.
Ponemos una película y empezamos a verla. Es una película de acción, y es de saber que a mi no me van este tipo de películas, así que empiezo a distraerme con cualquier tontería. Le cojo la mano a Niall, intentando llamar su atención, pero resulta en vano, ya que permanece absorto a la película. Entonces, cuando lo doy por perdido, él me rodea con su delgado brazo y me atrae hacia él. Y como suele pasar, empezamos a darnos besos y mimos, olvidando que Harry y Valeria están ahí.
-Relajad vuestras hormonas. -Dice Harry con el ceño fruncido.
Ambos nos quedamos quietos tras escuchar esto y entonces escucho a Val responder:
-Déjalos, son novios, es normal que quieran estar juntos. Aunque... ¿acaso tú sabes lo que se siente?
-Ni falta que hace.-Dice Harry mientras muestra una sonrisa de superioridad mientras mira a mi amiga.
Mi mirada se posa en ambos y puedo afirmar que si las miradas mataran, ambos estarían muertos.
-Parad un poco vosotros dos, no queremos una pelea campal aquí en el salón. ¿Qué diablos ha pasado? -Dice Niall, interponiéndose en la pelea.
-¿Te parece poco que esa chica me ha pegado una patada en los huevos?-Dice Harry, dando un pequeño estremecimiento al recordar el momento.
-Habla bien, que no cuesta dinero.-Digo mientras dejo escapar una carcajada al escuchar al ídolo de masas hablar tan enfadado.
Niall y Valeria también ríen y el aludido emite una risa irónica.
-Y bueno, Valeria, ¿por qué le has dado una patada... ahí?- Le pregunto a mi amiga.
-No me dejaba en paz, y sabes que cuando alguien me molesta, no puedo callarme, y en este caso he reaccionado así.-Dice Valeria.
-Eres una chica muy rara. -Dice Harry, que finalmente se levanta y se va a su habitación.
Cuando el chico del pelo rizado abandona el salón, Niall y yo nos quedamos mirando a Valeria. Su cara ha cambiado y ahora luce enfadada y con un aire molesto. 
-Oye, no te preocupes, él es así. Supongo que se habrá sentido rechazado y bueno su estúpido orgullo le hace comportarse como un gilipollas.-Dice Niall, intentando apaciguar el ambiente.
-Lo que más me molesta es su forma de comportarse. Siempre lo he tenido por el chico perfecto, el hombre ideal y ahora me he chocado contra un muro.-Dice Valeria.
-Ten en cuenta que al fin y al cabo, también somos humanos y no somos perfectos, Valeria. Creo que es mejor que os lleve a casa, es tarde. Ya hablaré con él y le haré entrar en razón.-Dice Niall mientras le guiña el ojo a Valeria, consiguiendo que esta esboce una sonrisa.
_________________________________________________________________________________
Pues os traigo un nuevo capítulo. Personalmente, pienso que es una mierda(D:) pero es que últimamente no encuentro la inspiración que necesito para escribir x) Espero que os guste, al menos. Comentad, por favor :)







lunes, 18 de febrero de 2013

Capítulo 30.

El resto del día pasó rápido. Cuando los chicos se fueron, ya era tarde, y antes de que anocheciera, volvimos a nuestra casa. Allí pasamos el resto de la tarde, mientras veíamos una película y Valeria no paraba de chapurrear sobre sus impresiones de cada uno de los chicos. Mi mente andaba distraída, mientras daba mil vueltas a todo. También me preguntaba cuándo volvería a ver a Niall y qué sentía exactamente por aquel chico que en poco días me había robado el corazón y numerosas sonrisas. Valeria me empezó a contar entre risas que Harry no paraba de decirle cosas bonitas y que cuando le cogió el mechón y le dio los dos besos ''sintió que iba a quedarse en el sitio". Puedo intuir que ella también le está dando vueltas a lo que le ha dicho Harry. Entonces, en un momento, las dos nos quedamos calladas, sin decir ni una palabra, inspiramos aire con fuerza y soltamos un gran suspiro. Estaba siendo un día de grande emociones, más para Valeria que para mí, pero en fin. 
*Al día siguiente.*
Y ya es lunes, el día que da comienzo a una nueva semana. En esta pasada semana no han parado de pasarme cosas, y seguramente, seguirán pasando durante un tiempo.
La canción de Troublemaker, que la tengo puesta a modo de despertador, sigue sonando y rápidamente, la apago. Me visto con lo primero que pillo, una sudadera, unos vaqueros y unas vans, y me hago una colta alta.
Guardo los pocos libros que me han dado en el instituto y bajo al comedor. Allí está Valeria esperando, con una taza da café entre sus manos. Me doy cuenta de que ha tenido el detalle de prepararme un café a mí también.
-Buenos días. -Le digo. - ¿Preparada para tu primer día de instituto en Irlanda? 
-Nunca se está preparada para ir al instituto. Además, no voy a conocer a nadie de mi clase. Tú al menos conoces a esas chicas y están contigo... Yo estoy sola.
-Los principios nunca son fáciles, Val. Pero seguro que lo afrontarás rápidamente. Puedes con esto y más. Simplemente muéstrate como eres y todo vendrá solo. - Le aconsejo.
-Espero que tengas razón. - Me dice mientras se levanta y se cuelga su bandolera al hombro.
Justo en ese momento suena el timbre. Debe ser Diane, que me recoge como ha ocurrido en estos días anteriores.
Salimos a la calle y un aire frío choca con nosotras. Hago las presentaciones entre mis dos amigas, y caminamos hacia el instituto, mientras hablamos animadamente.
Diane le enseña a Valeria su aula y después nos vamos a la nuestra. Allí están Bella, Alice y Holly, esperándonos en nuestros sitios habituales.
Las tres primeras horas se pasan rápido, y cuando nos damos cuenta, ya estamos en la media hora de descanso que nos corresponde.
Nos ponemos en las canchas de baloncesto, las seis, para hablar de nuestros respectivos findes de semana. Valeria y yo omitimos el hecho de que comimos con los chicos, ya que pensábamos que era algo que había que mantener en secreto.
El timbre sonó con potencia, lo que nos hizo volver a la realidad, y cada una nos dirigíamos a nuestras respectivas aulas.
Las tres horas siguientes, al contrario con las anteriores, se me hicieron eternas, pero finalmente llegó la hora de volver a casa.
Me paro en la entrada del centro, junto con Diane, esperando a Valeria, para emprender el camino que nos llevaba de vuelta a nuestros hogares.
Valeria me ve y sonríe, se la ve más animada que antes. Sabía que no le iba a costar adaptarse.
Una vez en casa, comimos y subimos a mi cuarto y empezamos a hacer los deberes que habían mandado los maestros, mientras charlábamos.
Entonces, escuchamos un pequeño pitido, y rápidamente, Valeria saca el móvil del bolsillo de su bandolera.
-Es un mensaje. - Dice antes de leerlo. 
-Vamos, date prisa y ábrelo. - Le digo, un tanto intrigada.
Valeria permanece varios segundos callada mientras lee el mensaje y cuando acaba de leerlo, una ancha sonrisa se dibuja en su rostro. Con un rápido movimiento, le arrebato el móvil de las manos. Valeria no se queja ante este acto, ya que es normal en nosotras.
Miró detenidamente la pantalla del teléfono de Valeria y me fijo en el detalle de que el mensaje es de Harry. Sí, Harry Styles.
DE: Harry 
Ey. ¿Qué te parece si os recogemos a ti y a Noelia sobre... las 5? Un irlandés que está al lado mío tiene ganas de verla y, para qué mentir, yo tengo ganas de verte a ti. x
Tiro el móvil en la cama y empiezo a reírme nerviosamente por la parte que me toca. Seguidamente, miro el reloj y veo que son las 4 y eso quiere decir que sólo nos queda una hora para ver a los chicos.
Cierro el libro de Literatura con rapidez, y Valeria hace lo mismo pero con su libro de Química y empezamos a ir de un lado a otro, nerviosas, para comprobar que estamos bien y presentables.
Rato después, Harry le mandó otro mensaje diciéndole que ya estaban en la puerta de mi casa. Me imagino que sabe la dirección de mi casa gracias a Niall, que estuvo aquí. 
Bajamos rápidamente y le decimos a mis padres que hemos quedado con las chicas. Salimos de la casa y vemos que en la puerta hay aparcado un Mercedes negro. Valeria y yo nos preguntamos si ese será el coche de Harry y Niall. Las luces empiezan a parpadear y esta vez estamos seguras de que si son ellos.
Nos montamos en la parte trasera del coche, y les saludamos. Los chicos se han girado para vernos y nos saludan con una amplia sonrisa. Niall lleva unos pantalones anchos y un polo rojo y Harry lleva un pantalón vaquero y una camiseta de manga larga marrón. He de decir que ambos van guapísimos, pero en esos momentos, no podía dejar de mirar a Niall, con una tímida sonrisa.
-Estás preciosa. -Suelta Niall, al que parece no importarle que estemos acompañados.
Mi única reacción fue ponerme colorada y darle las gracias tímidamente. Noto las miradas de Harry y Valeria, que no se han dicho nada, pero sus miradas dicen más que cualquier palabra.
Los chicos encienden la radio y empieza a sonar una de sus canciones, en concreto Kiss You, y lo sé porque Valeria empezó a gritar en cuanto sonó la primera nota.
Los chicos se rieron y empezaron a cantar, incluida Valeria, haciendo que me sienta extraña, ya que soy la única que permanece callada. Lanzo una mirada fugaz a la calle, mientras siguen cantando y veo que está empezando a llover.  Miro hacia arriba y veo que en el techo del coche hay una especie de ventanilla muy grande que conecta al exterior. Me viene una idea un tanto loca a la cabeza, y le doy un codazo a Valeria.
-Oye, ¿por qué no abrimos la ventanilla y salimos? - Le digo.
-¿Estás loca? Está lloviendo y nos vamos a calar hasta los huesos.
-Te estás volviendo muy aburrida. Vamos, hay que disfrutar y hacer locuras.
Finalmente, convenzo a mi amiga, y sin que Harry y Niall se lo esperen, me avalanzo hacia donde están y le doy al botón que abre la ventanilla del techo.
-¡Ey! ¿Qué hacéis? - Dice Harry, pegando un chillido, ya que el agua empieza a mojar los asientos de su coche.
No nos da tiempo a contestarle ya que ya tenemos fuera casi toda la parte superior del cuerpo, quedando dentro del coche solamente nuestras piernas. Las pequeñas gotas de lluvia chocan con nosotras, pero nos da igual, ya que no podemos parar de reír.
Niall nos mira mientras se ríe a carcajadas y Harry menea la cabeza mientras sonríe y sigue conduciendo. Justo en ese momento, me da por girarme y saludar a los coches que están detrás nuestra y empiezo a cantar Starships junto con Valeria. En el interior del coche sólo se escuchan las risas ahogadas de Niall. Entonces, noto que una mano me coge de la pierna, haciendo que caiga sobre el asiento. Miro a un lado y veo que a Val le ha pasado lo mismo. 
Y aquí estamos, tiradas en el asiento trasero del coche de Harry, con la ropa chorreando pero muertas de risa.
-Menudas sois. - Dice Niall, mientras nos mira. - Habéis puesto el coche perdido y mirad vuestra ropa.
Paramos de reír y nos miramos y es verdad, mi sudadera está chorreando y la camisa de Valeria está igual.
-Siento mucho haberte puesto el coche así, Harry, pero lo he hecho sin pensar. -Le digo a Harry, una vez que veo el estado del coche.
-Bah, no te preocupes, esto lo llevo al taller y está como nuevo.-Dice mientras me lanza una sonrisa tranquilizadora a través del retrovisor. Valeria y yo empezamos a tiritar, ya que empezábamos a notar como el frío y el agua helada se nos calaba hasta los huesos. Tal vez no fue tan idea lo de salir del coche.
-Cuando lleguemos a casa, os dejaré algo de ropa. - Dice Niall mientras sube la calefacción del coche.
-¡Gracias! -Decimos Valeria y yo al unísono.
En menos de diez minutos, el coche se para enfrente de la fachada de la casa que comparten los chicos mientras pasan aquí sus vacaciones.
Bajamos rápidamente del coche y los chicos nos dirigen hacia la puerta. La mano de Niall se posa en la parte donde acaba mi espalda y me empuja levemente para que me dé prisa.
-Vamos, entrad. - Dice Harry mientras abre la puerta.

domingo, 10 de febrero de 2013

Capítulo 29.

Ya es domingo, un día normal para mí, pero el mejor día de la vida de Valeria. Apago el ruidoso despertador y me dirijo al cuarto de Valeria con pasos arrastrados. Ella está estirada en su cama, con las sábanas revueltas y con la boca abierta, mientras deja escapar unos leves ronquidos. Sonrío bajito y me acerco a la cama, y con cuidado, le cojo la almohada. Cuando por fin se la he quitado, la levanto y la dejo caer sobre su cara, consiguiendo que ella se despierte sobresaltada y dando puñetazos al aire, mientras que yo no puedo parar de reír.
-¿Te parece gracioso? Pues no lo es, listilla. - Dice mientras se vuelve a tumbar y a cerrar los ojos para sumergirse de nuevo en los brazos de Morfeo.
-No bonita, no duermas más. Hoy es tu gran día ¿recuerdas? Tus sueños se harán realidad. Vamos, despierta. - Le digo mientras zarandeo su hombro, sin recibir resultado alguno.
-¿Qué hora es? - Dice con una voz soñolienta.
-Las nueve. Te he dejado que duermas un poquito más. 
-¿Las nueve? Nadie está despierto a las nueve un domingo por la mañana.
-Sí que hay alguien. Nosotras.
-Vuelvo a repetir que eres muy graciosilla. - Dice mientras suelta una carcajada falsa.
-Lo sé. - Digo mientras me acerco a ella y le retiro las sábanas. - O te despiertas o te despierto.
Entonces, ella abre un ojo y me examina, para ver si llevo unas malas intenciones. Pasado unos segundos, suelta un gran suspiro y se levanta. Como por fin he cumplido mi objetivo, me dirijo a mi habitación, diciéndoles antes a Valeria que si quiere ducharse, tendrá que hacerlo en mi baño.
Mientras elijo mi ropa, veo por el rabillo del ojo que Valeria entra en mi habitación con unas toallas y su ropa. Supongo que me tocará esperar.
Pasa un buen rato y escucho desde mi habitación cómo el agua ha dejado de fluir. Minutos después, Val sale vestida y con su pelo envuelto en una toalla. Rápidamente, cojo mi ropa y me dirijo al baño.
Después un rato de reflexión y relajación en la ducha, salgo y me seco lo más rápido posible, ya que hace frío. 
Una vez vestida, salgo fuera del baño y veo a Val tumbada en mi cama, medio dormida.
-¡No te duermas! - Le grito.
Entonces ella pega un salto y se levanta de la cama como si estuviera impulsada por un muelle.
Saco del armario el secador y me seco el pelo en un santiamén. 
-¿Suelto o recogido? - Pregunto.
-Suelto. -Dice Valeria, atenta a mi pregunta.
Cojo el peine y me lo paso un par de veces por mi pelo hasta que por fin está decente. Después cojo un par de horquillas y me hago dos pequeñas trenzas.
Valeria, que se había peinado antes, se ha echado espuma para adecentar su melena rizada. 
Una vez hemos terminado, ambas miramos nuestros móviles y vemos que ya son las 12. El tiempo se ha pasado volando.
-¿Estás preparada? - Le pregunto.
-Espera. -Dice mientras sale de la habitación y vuelve seguidamente con una cámara de fotos y dos discos en la mano y un cuadernito en la otra mano. - Lista.
Guarda las cosas en su bolso y nos miramos en el espejo para darnos el visto bueno la una a la otra. 
Ella lleva puesto unos vaqueros y una camisa azul cielo y yo llevo unos leggins negros y una sudadera en la que pone "Hipsta, please". Las dos asentimos con la cabeza y bajamos a la planta inferior de la casa.
-Mamá, papá, ¿podemos ir a comer fuera? - Pregunto mientras miro a mis padres con ojos suplicantes. - Quiero enseñarle a Valeria un sitio que me gustó mucho.
-Está bien. -Dice mi padre. - Pero volved antes de que anochezca, recordad que tenéis instituto mañana.
-Claro, no te preocupes. 
Con la aprobación de mis padres, nos ponemos rumbo hacia Nando's. Ambas vamos con un paso acelerado. Puedo ver que en el rostro de mi amiga surgen miles de emociones. Veo un leve rastro de nerviosismo y emoción. Pero sobretodo, puedo ver felicidad. Me siento tan feliz al poder ayudar a mi amiga a cumplir lo que tanto tiempo llevaba tiempo esperando.
Nuestros pies se quedan plantados cuando estamos enfrente de Nando's. Valeria me dice que le haga un par de fotos, y no puedo negarme, así que me encuentro echándole fotos donde se les vea a ella y al gallo que le da imagen al restaurante.
Una vez acabado el breve 'reportaje' entramos dentro del local. Ambas examinamos rápidamente el lugar y entonces mi amiga me da un manotazo mientras me indica una dirección con la mirada. Dirijo mi mirada hacia ese lugar y entonces allí los veo, están rodeados de gente, pero sin embargo se les ve tan tranquilos y sonrientes.
Cojo a Val de la manga y nos escurrimos hasta llegar a la mesa más cercana a la de los chicos, que por casualidad, es la mesa que está al lado.
Una vez sentadas, examino a mi amiga y veo que tiene los ojos rojos y lacrimosos. Debe estar muy emocionada. Entonces, alguien viene para tomarnos el pedido. Es un chico un poco más mayor que nosotros. Las dos pedimos una hamburguesa y dos coca colas. Valeria no para de mirar a los chicos fijamente y empiezo a pensar que el hecho de que nos vean va a ser inminente. Me hundo un poco en mi asiento mientras veo que uno de los chicos se ha dado cuenta de la mirada insistente de Val. Poco a poco, cada uno de los chicos se va dando la vuelta, hasta que llega el turno de Niall, que observa primero a mi amiga y cuando me mira a mí, sonríe sorprendido. Como suponía, no lo esperaba. También veo que Harry se ha dado cuenta de quién soy. Exclama algo y de repente, todos los chicos se levantan y se dirigen hacia nosotras. Valeria empieza a ponerse nerviosa, sin saber qué hacer. Lo primero que le hago es cogerle la mano y transmitirle tranquilidad, mientras le digo que llegó su momento.
Los chicos se quedan parados y saludándonos con la mano, esperando nuestra reacción. La reacción de Valeria llega pronto, ya que se levanta y abraza a cada uno de ellos, deteniéndose un poco más con Harry. Cuando se separan, se queda mirándoles, muda, sin saber qué decir, ya que no quiere estropear el momento, pero abre la boca y empieza a hablar:
-Nunca pensé que llegaría este día. Lo he imaginado tantas veces en mi habitación, me preparaba mi discurso, pero es que ahora no sé que deciros. -Dijo mientras unas pequeñas lágrimas se deslizaban por su rostro. - Supongo que no tengo palabras suficientes para daros las gracias, por haberme ayudado con vuestra música, con vuestros vídeos. Gracias chicos. 
Cuando acaba de hablar, se queda quieta, y los chicos, emocionados, la acogen y le abrazan entre todos. Mientras, yo, que sigo sentada, no puedo evitar sonreír al ver la escena y al ver la cara de felicidad de mi mejor amiga. Saco la cámara del bolso de Val y empiezo a hacerles fotos sin que se den cuenta, mientras les firman y hablan. También hago una foto del momento en el que Harry le seca una lágrima a Valeria. Siempre he sabido que Valeria sentía mucha debilidad por Harry.
Cuando ya han acabado las firmas y las charlas, los chicos que aún no conozco, se quedan mirando, esperando que me levante y muestre alguna reacción, pero me quedo sentada, mirando las fotos. Entonces la voz de Harry irrumpe en el espacio donde nos escontramos:
-Noelia, mi salvadora. ¿Por qué no me has llamado para hablar? - Pregunta.
-No tenía tu número, por lo tanto, no podía.
-¿Cómo que no? Te dejé un papel con mi número en la chaqueta que llevaba puesta.
-¿Así que no la olvidaste a propósito?
-Claro que no. - Dice mientras ríe. - Chicos, esta es la chica que me ayudó a escapar del centro comercial.
-Oh, claro. ¡Hola! - Dicen los tres desconocidos al unísono.
Les examino uno a uno. 
-Os presentaré. -Dice Harry. Señala primero al chico de la tez morena, el pelo negro y los ojos miel. Es bastante alto y delgado y está lleno de tatuajes. - Este es... 
-Zayn. -Respondo a la ligera.
-Para no ser directioner, sabes mucho de nosotros. -Dice Harry con una amplia sonrisa. Me doy cuenta de que de vez en cuando se queda mirando fijamente a Valeria. Ella, que aún no se cree donde está, no sabe a cuál de los cinco mirar y parece perdida.
-Tú eres Liam y tu Louis. - Digo primero al chico que está rapado y es moreno y después al chico moreno de los preciosos ojos azules. - ¿Me equivoco?
-En absoluto.-Dice Liam. Se acercan a mí los tres y me dan dos besos.
Niall, que ha permanecido callado todo el rato, abre la boca.
-¿Por qué no me dijiste que conocías a Harry?
Los chicos se quedan serios, ya que no se esperaban esa pregunta. Entonces, respondo:
-Recuerda cómo me encontraba el viernes, no me acordaba de nada. - Digo mientras le sonrío tímidamente. Él entonces sonríe al recordar aquella noche en la que nos encontramos por casualidad.
-Espera, la cuestión es... ¿Os conocéis? - Dice Zayn.
-Erm, sí, creo que os conté algo sobre ella...-Dice Niall, muy bajito, como queriendo esconder algo, y mientras se toca la nuca.
-Le conocí en Nando's, tuvimos una pequeña discusión y...-Digo yo tomando la palabra.
-¡Claro! Eres la chica misteriosa de Nando's, la de la cafetería, y la del viernes. - Suelta Louis casi gritando, levemente exaltado.
-¿Cómo no me he dado cuenta antes? - Se pregunta Harry a sí mismo. - No era difícil de adivinarlo, no hay muchas Noelias en Mullingar y sin embargo no se me había pasado por la cabeza. Pierdo facultades. -Dice mientras se alborota los rizos.
-¿Le has contado todo? - Le pregunto a Niall, ignorando un poco a Harry.
Él no responde con palabras, pero sin embargo asiente levemente con la cabeza.
-¿Que si nos ha contado todo? Españolita, no ha parado de repetir tu nombre una y otra vez y vagar por cada rincón de la casa como si fuera un fantasma. - Dice esta vez Zayn.
-¡Oh, Noelia! ¿Dónde estarás? ¿Cuándo te volveré a ver? - Dice Louis imitando a Niall.
-¡Estoy enamorado de Noelia! - Dice Liam, tomándole el relevo a Louis. 
Le echo una mirada fugaz a Niall y veo que su cara, habitualmente blanca, está teñida de un color rojo. 
-Entonces ha estado igual que Noe. Todos los días me ha estado hablando de Niall. - Dice Valeria soltando una risotada.
Esta vez soy yo la que está colorada y puedo ver por el rabillo del ojo a Niall mirándome, como yo había hecho segundos antes. Los dos empezamos a reír, una vez pasado aquel momento vergonzoso, y los chicos cogen su comida y finalmente se sientan con nosotras dos. Louis, Zayn y Liam se sientan en un lado de las sillas, yo me siento entre Valeria y Niall y Valeria entre Harry y yo.
Empezamos a comer, mientras contamos anécdotas divertidas. Los chicos nos cuentan historias de sus giras, a las cuales Valeria presta mucha atención. Por lo poco que he podido ver, Louis es un chico gracioso y muy agradable, Liam es bastante relajado y no es muy hablador, y Zayn, es todo un misterio, ya que sólo se limita a observar, escuchar y reír cuando llega el momento adecuado, y sólo habla de vez en cuando. No he podido hablar con Niall mucho, ya que cada vez que empezamos una conversación, todos callan para escuchar lo que hablamos. Y a mi lado, puedo intuir que algo está ocurriendo entre Harry y Valeria, ya que él se acerca todo el rato a ella para decirle cosas al oído y ella no para de sonreír cada cosa que el chico de los rizos le dice. De vez en cuando, mientras hablamos con los chicos, noto como Niall roza con sus dedos el dorso de mi mano, haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo.
Finalmente, llega el momento de marcharnos. Antes de levantarnos de la mesa, los chicos nos piden nuestros números y Twitter, bajo la promesa de volver a vernos de nuevo. A mí, en realidad, sólo me importa ver a Niall, pero mi amiga está muy emocionada ante la idea de un nuevo encuentro con sus ídolos.
Los 7 nos levantamos, y nosotras dos nos giramos para salir del restaurante, pero los chicos nos llaman y señalan una puerta trasera, supongo que es un 'escape' para evitar la horda de fans que se han reunido a lo largo de la comida en la entrada del restaurante. Chicos listos.
Los sietes salimos por la puerta, y allí nos encontramos un gran coche esperando enfrente de la puerta. Liam, Louis y Zayn nos dicen adiós y se meten dentro del coche, Harry también se despide de mí, y se detiene un poco al despedir a Val. Niall y yo observamos la escena incrédulos.
Harry se queda mirando a Valeria a los ojos, mientras ésta no puede parar de sonreír, entonces él saca sus armas de seductor, que enloquecen a todas sus fans (supongo) y se muerde el labio inferior, mientras le coge un rizo rubio y lo envuelve entre sus dedos.
-Espero verte pronto, Val. -Dice con una voz lenta y grave y seguidamente, le da dos besos, muy cerca de la comisura de los labios.
Cuando Harry se mete en el coche, Valeria se queda quieta, un tanto confusa, pero muuuuy  emocionada. Se apoya en la pared, mientras me espera.
Llega el turno de que me despida de Niall. Ambos miramos a nuestro alrededor y nos separamos del coche para poder despedirnos sin la mirada de los cotillas de sus amigos. Una vez que estamos ''solos'', tenemos vía libre para hablar.
-¿Esta vez no desaparecerás y no te volveré a ver hasta que el destino quiera, no?- Le digo con una sonrisa tímida.
-No, pequeña.- Se queda callado después de decirme esto, para ver mi expresión. Me siento impactada, ya que nunca antes alguien me había puesto un mote cariñoso ni me había llamado así, así que sonrío y le digo con tono infantil:
-No soy pequeña.
-Claro que no.-Dice mientras me pone las manos sobre los hombres. 
-¿Cuándo podremos vernos de nuevo, sin sorpresas, caídas y sin gente, sólo los dos? - Le pregunto.
-Tengo la agenda muy apretada, pero te buscaré un hueco.- Dice mientras me mira pensativo.
-Oh, claro, no quiero que el señor importante pierda su tiempo importante conmigo. -Le digo, frunciendo el entrecejo.
-No me importaría gastar todo el tiempo del mundo contigo. -Suelta.
Y es ahí cuando Noelia, osea yo, muere de amor. Le cojo y le doy un abrazo. 
-¡Eh, no puedo respirar! -Dice y rápidamente me separo de él, dándole espacio. - Es broma, tonta. Ven aquí. -Dice mientras me acerca hacia él y me envuelve con sus brazos protectores. 
Subo la cabeza para poder mirarle a los ojos y cuando por fin nos miramos, nuestros labios se funden en un beso intenso, dulce pero a la vez apasionado. Nuestras lenguas se encuentran en una batalla a ver quién puede más. Pero justo en ese momento se escuchan risitas. Oh no.
-Tortolitos, buscaos un motel. - Suelta Louis.
Niall y yo nos separamos los más rápido que podemos y vemos que detrás nuestra, están todos los chicos y Valeria, observando lo que hacemos.
-¿No tenéis nada mejor que hacer? - Pregunta Niall.
Noto mis mejillas arder, y cada vez que se ríen, mi vergüenza aumenta.
-Venga, ya que sois tan graciosos, iros a un circo. -Digo yo a la defensiva.
Los chicos sueltan una carcajada y Louis y Harry se ponen a imitarnos, y cuando veo a Louis  imitándome no puedo evitar reír.
Minutos después, todos se meten en el coche, dejándonos a las dos paradas en medio de la calle.
-Noelia, pellízcame, necesito saber que esto no es un sueño y que todo es real. -Dice muy seria.
Tomándole la palabra, le pego un pellizco en el brazo. Ella pega un aullido y yo digo:
-No, no es un sueño.
*****************************************************************************************************************
Bueno, chicas y chicos que leéis mi novela, estoy traduciendo una novela que he visto en Wattpad y que me ha parecido muy interesante, así que si queréis el link, me lo pedís dejando un comentario y con vuestro Twitter y os la paso. Esta no la voy a abandonar, simplemente, la alternaré con la otra. Subiré a la semana dos capítulos, uno de esta (que probablemente subiré los domingos) , y otro de la que traduzco (que la subiré los miércoles). Porfi, leedla :)

martes, 5 de febrero de 2013

Capítulo 28.

*Al día siguiente*
Me despierto sobresaltada, bañada en sudor y un poco mareada. Sentada en mi cama empiezo a intentar recordar lo ocurrido la noche anterior. Pasan los minutos y entonces la imagen de Niall me viene a la cabeza. Niall caminando cabizbajo. Niall y yo besándonos. No ha sido un sueño y todo es verdad, no puedo ser más feliz.
Entonces escucho un gran alboroto en la planta inferior de mi casa. ¿Qué pasara? 
Me levanto lo más rápido que puedo y saco del armario una sudadera y unos shorts. ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=71354919&.locale=es ) Me hago una trenza, y compruebo contenta que el pelo ya me llega casi hasta la cintura. Cuando ya estoy medianamente decente, salgo de mi habitación para dirigirme seguidamente al salón.
Mientras bajo las escaleras puedo llegar a ver una maleta morada en la entradita. Me quedo parada y pienso que esta maleta me suena de algo. ¿Valeria? No puede ser ella, teníamos acordado que vendría dentro de unos meses.
Bajo las escaleras con un paso más acelerado, y cuando por fin entro al salón, veo a mi mejor amiga hablando con mis padres. Al parecer, ellos no se han dado cuenta de que estoy allí.
Inmediatamente empiezo a dar unos pequeños gritos de alegría y voy a abrazarla. Ella me corresponde al abrazo y juntas, empezamos a pegar saltos.
-¿Qué haces aquí? - Le pregunto cuando por fin nos calmamos.
-Pues que me vengo contigo.
-¿Pero no venías después?
-Pensé que me echabas de menos. - Dice mientras congela su sonrisa.
-Tonta, claro que quería que vinieras, pero no me lo esperaba para nada. ¿Cómo has conseguido que tus padres te dejen?
-Fácil, a base de rogar, insistir y llorar. Y al final, no pudieron decirme que no.
-¡Qué bien!
Mis padres, que permanecían callados y observando la escena, comenzaron a hablar.
-Bueno, chicas, no penséis que esto son unas vacaciones o algo. Valeria, tus padres te han dejado que vinieras con la condición de que no decayeras en los estudios. - Le recuerda mi padre.
-Lo sé. - Dice mi amiga un poco cortada.
-Y no os podéis meter en problemas. Nada de borracheras, chicos o cualquier cosa que os pueda causar algún problema. - Dice mi madre esta vez.
-Por favor, mamá, no somos delincuentes juveniles. No vamos a hacer nada, ¿a que no? - Le digo a Valeria.
-¡No! - Dice ella.
-Eso espero. Aunque con esas sonrisas no sé que pensar. Bueno, Noelia, ayuda a Valeria a instalarse. Enséñale su habitación.
Tras esa pequeña charla, vamos las dos juntas a coger las maletas. Cojo la más grande y me sorprendo cuando compruebo que pesa mucho.
-¿Qué traes aquí?
-Toda la ropa de mi armario. Voy a pasar aquí mucho tiempo y lo he echado todo por si acaso.
Después de subir las escaleras con el gran peso de la maleta, llegamos a la habitación en la que va a dormir Valeria. 
-No es gran cosa, pero para dormir está bien.
-Está genial. - Dice sonriente.
Me vuelvo a mi habitación para dejarle que ordene su ropa. Mientras, enciendo el ordenador y me meto en Twitter. No tengo la cuenta muy usada, pero veo que mi número de seguidores ha aumentado notablemente y me pregunto por qué. Entonces reviso las última personas que me han seguido y veo que NiallOfficial es una de ella. ¿Cómo habrá descubierto mi Twitter? No recuerdo habérsela dicho. Le sigo de vuelta y me pongo a ver sus fotos con una sonrisa en la cara. 
Entonces veo que tengo un mensaje directo de esos, y veo que es de Niall. Lo abro impaciente y lo leo.
MENSAJE DIRECTO DE @NiallOfficial
Hola, Noelia, no preguntes cómo te encontré en Twitter, simplemente investigué. ¿Cuándo podré volver a verte? xx
Un pequeño gritito sale de mi gargante y me tapo la cara con las manos, y de repente escucho un tosido que proviene desde fuera de la habitación. Es Valeria, que ha venido al escucharme gritar.
-¿Qué te pasa, imbécil? Me has asustado. - Me dice Valeria mientras se acerca.
-Nada. - Digo mientras tapo la pantalla con mis manos, ya que me da vergüenza que vea el mensaje, que aunque no tenga nada en especial, para mí significa mucho.
-¿Qué escondes? - Dice mientras me arrebata el ordenador rápidamente. Yo, en cambio, cojo una almohada y la abrazo, mientras mi amiga lee el mensaje.
-Vaya, eran gritos de una loca enamorada. - Dice soltando el ordenador. - Aunque que sea Niall Horan quien te envíe el mensaje... Es normal que estés así.
-Para mí es un chico corriente, como todos los demás. - Le digo soltando la almohada a la que me aferraba.
-Pero en cambio, aunque sea un chico normal, tienes que saber a lo que te enfrentas. Millones de chicas que te odiarán, paparazzis que te perseguirán, y no te lo digo para asustarte, pero tienes que estar prevenida.
-¿Crees que no lo he pensado? Sin embargo, me gusta muchísimo, y me gustaría mucho conocerle mejor y llegar a tener algo, ¿por qué no? - Le digo, muy segura.
-Y bueno... ¿cuándo me presentarás a los chicos? - Dice mientras me da con el dedo en el hombro.
-No conozco a ninguno de los demás, sólo a Niall... Bueno y a Harry, pero desde que le ayudé, no le he localizado. Aunque me he enterado que los domingos, es decir mañana, van a comer a Nando's. Y... ya que estás aquí, me gustaría que cumplieras tu sueño. - Digo mientras dibujo círculos con mi pie en el suelo.
Valeria me mira muy expectante.
-¡DIOS! Sí, sí, sí, sí. ¡Claro que me gustaría ir! Dioooos. No me lo puedo creer.
Entonces pasa algo muy extraño, Valeria se tumba en la cama y empieza a rodar mientras grita diciendo que conocerá a los chicos.
-A veces me das miedo.- Digo mientras me aparto un poco de ella y me río.
-Deberías conocerme ya.- Me responde cuando se calma. -Por cierto, ¿cuándo piensas contestarle a tu príncipe irlandés?
-Es verdad. - Me levanto y cojo el ordenador y empiezo a escribir:
MENSAJE DIRECTO PARA @NiallOfficial
Cuando menos lo esperes, irlandés. :)
Valeria, que examina lo que escribo desde detrás dice: 
-¿Por qué no le dices que vas a verle el domingo? 
-Es una sorpresa, tonta. 
-Ah, claro. Quieres pillarle desprevenido.
-Más o menos.
Lo que ella no sabe es que en realidad me da vergüenza que me vean los demás chicos, hablaré con Niall cuando esté solo y ella podrá ver a sus chicos.
-Por cierto, hay algo que no te he contado. 
-¿Sobre qué? - Pregunta, interesándose en la conversación.
-Niall. Yo. - Le digo muy avergonzada.
Noto como me sonrojo, a pesar de la confianza que tenemos, siempre me ha dado mucha vergüenza hablar de estos temas en persona. 
Una vez pasada la vergüenza, le cuento a Valeria todo lo que recuerdo de la pasada noche y ella va abriendo más la boca cada vez que avanzo en la historia. Una vez he acabado, ella aplaude por mí y me dice lo mismo de siempre: que tengo una suerte enorme y que ya le gustaría a ella.
Cuando ella ha acabado de colocar su ropa nos damos cuenta de que es la hora de comer. A lo tonto, la mañana se nos ha pasado volando. 
Bajamos al comedor en cuanto escuchamos a mi madre gritar que ya está la comida. 
Después de comer, no sabemos que hacer, así que pienso en llevar a Val a visitar la ciudad. Ambas nos abrigamos y salimos de la casa. 
La llevo por los sitios más importantes, los que más me han gustado y a los que ella quería ver. 
Cuando empieza a anochecer, volvemos a casa y nos preparamos para el día siguiente.
*****************************************************************************************************************
Perdón por haber tardado tanto en subir, pero he tenido un problemilla y no he podido hacerlo antes. Espero que os guste, no es gran cosa, ya que ando escasa de inspiración, pero espero que el siguiente os guste más. Un beso y gracias por leer.



domingo, 13 de enero de 2013

Capítulo 27.

Poco a poco, nuestro camino se cruza y veo que el chico misterioso es Niall. Noto que el corazón se me acelera y me quedo plantada en medio de la calle, sin saber qué hacer.
Entonces, él levanta la cabeza y me ve. Nuestras miradas se cruzan. Los dos dibujamos una media sonrisa en nuestras caras y nos acercamos el uno al otro.
Mientras me acerco a él siento un nuevo mareo, pero intento disimular mi malestar. ¡Está aquí! Todos estos días pensando en él y por fin le tengo aquí delante.
-Noelia, ¿eres tú? - Dice mientras me mira de arriba a abajo.
-Sí, o al menos eso creo. ¿Qué haces aquí? - Le pregunto, mientras suelto una risita.
-Vivo aquí. - Dice mientras señala la casa que está más cercana a nosotros.
Vuelvo a soltar una estúpida risa mientras que en mi mente no paro de preguntarme qué es lo que estoy haciendo. Entonces, vuelvo a sentir un mareo, pero esta vez es tan fuerte que me sacude todo el cuerpo, haciendo que me desestabilize y caiga al suelo. Pero justo antes de rozar la fría acera, noto que unos brazos fuerte me rodean, impidiendo que caiga, y cuando abro los ojos, veo que Niall está abrazándome fuertemente, para evitar que vuelva a caer. Noto su respiración en mi cuello. Ninguno de los dos sabemos qué hacer.
-Gracias.-Le digo en un pequeño susurro, cerca de su cara.
Entonces, como si no hubiera pasado nada, los dos nos apartamos tímidamente. El silencio es tenso entre los dos, pero vuelvo a quejarme sobre mis dolencias.
-Estoy mareada. -Digo mientras me sujeto la cabeza con ambas manos.
-No deberías beber tanto. Eres una niña y no tienes el mismo aguante que una persona adulta.-Dice, mientras sonría e intenta que el ambiente se relaje, y lo consigue.
-¡Eh! Sólo me sacas 3 años, chico mayor. Y tampoco he bebido tanto. - Digo mientras dejo escapar otra risotada, que al momento intento disimular pero me resulta imposible.
-¿Que no has bebido tanto? Sólo hay que verte, y encima has estado a punto de pegarte un buen golpe. - Dice mientras me coge de la mano y me arrastra hacia la puerta de su casa, donde nos sentamos en el bordillo de el escalón de la entrada.
-Aunque, gracias a Dios, tú estabas ahí para salvarme, héroe. - Digo mientras le miro. Él está mirando hacia el cielo y así puedo observar su perfil. ¡Es muy guapo! Sus ojos azul cristalinos brillan con intensidad y tiene una mandíbula muy bien perfilada, un cuello largo y unos brazos que quitan el hipo. De repente, me entran unos calores y me pongo colorada, y él me ve y se ríe, mientras pregunta que qué me pasa. Intento cambiar de tema y entonces él vuelve a hablar.
-Me debes una.-Dice él recuperando su bonita sonrisa.
-Vaya, yo pensaba que salvando a una damisela en apuros te bastaría. - Le digo, lo más irónica que puedo.
-Oh, claro, ese era el propósito que tenía pendiente para ser feliz. -Dice, mientras se ríe a carcajadas.
-No seas tonto.-Le doy un pequeño toque en el brazo.-Además, ¿qué favor te podría hacer yo?
-Pues...-Dice mientras me mira de arriba a abajo, y finalmente centra su vista en un punto de mi cuerpo.-No sé.
Cuando miro en la dirección que marcan sus ojos, veo que el vestido ha subido hasta el punto de que casi se me ve todo. Y cuando digo todo, es todo. Rápidamente, me bajo el vestido hasta ponérmelo lo más largo posible y noto mis mejillas ardiendo.
-¡Eres un cerdo, en serio! Todos los tíos sois unos cerdos.
Veo que él se está riendo al verme enfadada, así que me levanto, lo más digna posible, pero entonces me coge de la mano y me tira hacia él haciendo un poco de fuerza.
Cuando abro los ojos me encuentro con la cálida pero a la vez clara mirada de Niall, que está a pocos centímetros de mí. Ambos tenemos la respiración acelerada, y nuestros corazones laten a un mismo ritmo.
Miro hacia abajo, y para mi sorpresa, veo que estoy sentada en el regazo de Niall, con los tacones tirados en el suelo, y con mis brazos rodeándole el cuello a Niall.
Intenté zafarme de su agarre y levantarme, pero entonces él me sujeta con más fuerza, mientras susurra:
-No te vayas.
-Eh, no me voy a ir, no ahora. Pero si alguien nos viera... No estamos en una postura adecuada y esto se puede sobreentender.-Le dije mientras le miraba también fijamente, aunque no podía evitar sentirme intimidada por él. Joder, estábamos abrazados, y sólo un hilo de aire separaba nuestros rostros. Sus labios estaban a sólo un par de centímetros y las ganas de besarle regresabanY encima estaba sentada encima de él, con mi corto vestido que amenazaba de nuevo con mostrar lo más íntimo de mí.
-Eso no es excusa, nadie pasa por esta calle a esta hora. -Dice de nuevo. Siento su aliento fresco en mi cara.-¿O acaso quieres que te deje tranquila?
-No, no es eso, no es nada de eso. Pero...-Le digo en apenas un susurro, que él interrumpe, acercando sus labios a los míos, y espero ese ansiado beso que nunca llega.
-¿Pero qué?-Dice mientras me acerca más a él y me da un fuerte pero dulce abrazo.-No he parado de pensar en ti. ¿Nunca has tenido esa sensación de cerrar los ojos y que en tu cabeza sólo puedan aparecer imágenes de una persona? Desde que te vi  en mi cabeza sólo has estado tú, nunca me he separado de ti.
¡Vaya! Me he quedado muda y no sé qué decir. Y Niall lo ha notado, ya que me mira expectante en la espera de algo. ¿Le beso o le digo que siento lo mismo? Mi mente está bloqueada y mi cabeza da vueltas. Él acerca su cara a la mía más, si es que puede hacerlo, y yo, comida por los nervios me echo hacía atrás, pero entonces noto el frío en mi espalda, y recuerdo dónde estaba sentada, y entonces, supongo que me he caído a la acera. 
Niall me pregunta si me he hecho daño pero lo único que puedo hacer es reírme a carcajadas. 
-Eres la chica más patosa que he conocido en la vida. - Dice Niall riéndose  contagiado por mis carcajadas.
-Y la única que conocerás. No sé lo que me pasa que cada vez que me encuentro contigo termino tirada en el suelo. - Le digo mientras me incorporo y me siento a su lado.
-Es imposible no acabar cayendo rendida a mis pies. - Dice él con sorna.
-¡Capullo! Vas de subido, pero al final has sido tú el que ha acabado rendido a mis pies.-Le digo, mientras nos miramos a los ojos.
-Puede ser. - Dice y con rapidez, y sin que yo me lo espere, junta sus labios con los míos y me da un un beso, intenso pero dulce, como siempre.
Al cabo de unos segundos largos, me separo de él, empujándole con las dos manos, ya que me estoy quedando sin aire.
-¿Qué haces? ¿No ha estado... bien? - Dice Niall sorprendido.
-Claro que sí, ha estado bien, demasiado bien, pero me quedaba sin aire. - Le digo, mostrándole una de mis mejores sonrisas.
-¿Por qué me dijiste el miércoles que no querías saber nada de mí? Me sentí...-Dice Niall, sin encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos.
-¿Dolido? ¿Rechazado? - Sugerí.
-No, extrañado. Nunca había me había sentido así antes por ninguna chica.
-¿Nunca antes te han rechazado? Já, la primera vez que te rechaza alguien siempre duele, supongo.
-Supongo... Entonces, ¿por qué te comportaste así? - Vuelve a preguntar.
-Estaba insegura, y nerviosa. Pero sobretodo, insegura.
-No tienes que estarlo, nunca te voy a juzgar. - Dice mientras me aparta un mechón y lo posa detrás de mi oreja.
-Posiblemente este sea el día más bonito que he tenido en mucho tiempo. 
-Me siento halagado por formar parte de él. - Dice él, dejando escapar una breve sonrisa.
-Por desgracia, sé que este día tan maravilloso va a acabar y probablemente, ya no tenga más momentos como este.
-Oh, claro que los tendrás. Esto solo es el principio, Noelia. Y si no los tienes, yo procuraré estar a tu lado para llenar tu vida de buenos momentos. -Dijo él, consiguiendo que yo dejara de respirar por un momento.
Entonces, rodeo su cuello con mis brazos, dándole un cálido abrazo que transmita todo lo que siento en estos momentos.
Nos pasamos varios segundos, y cuando nos separamos, veo que es la hora de volver a casa.
-Niall, me tengo que ir.-Le digo mientras me levanto.
-Oh, claro, te acompañaré. No sé cómo has sido de capaz de venir hasta aquí sola. Podrías haberte pasado algo.
-Vamos, no seas tonto, no me iba a pasar nada.
-Noelia, por mucho que insistas, te voy a acompañar.-Dice muy, muy serio.
-Está bien...-Digo mientras frunzo el ceño.
Entonces, él para hacer la gracia y picarme, coge con su mano mi moño y empieza a revolverlo. Con todo esto, Niall consigue que sobre mi pelo quede una maraña de rizos revueltos.
-¡EH! ¿Pero qué haces? ¡Mira cómo me has dejado!-Le digo, muy enfadada.
-Me hace gracia cuando te enfadas, supongo que es por eso por lo que me fije en ti.-Dice mientras me mira, como si estuviera analizando algo.
-Vaya, y las mil cualidades que tengo, te gusto sólo porque me enfado.-Le digo, aún seria.
-Oh, claro que no. No te conozco aún lo suficiente, pero si tuviera que enumerar lo que me gusta y conozco de ti, no tendría palabras suficientes para describirlo.
-Sabes decir las palabras adecuadas para conseguir que me muera de amor. ¿Cómo lo haces? -Le digo, cambiando mi expresión.
-Años de práctica.-Dice, mientras deja escapar una sonrisa socarrona.
-Eres un idiota.-Le digo, mientras le doy un pequeño golpe en el brazo.
-Vamos, Noelia, sabes que estoy bromeando. Sólo me gustas tú y todo lo que tenga que ver contigo. - Dice mientras se toca el pelo de la nuca, y dejando ver un leve rastro de timidez en sus palabras.
Entonces, sin poder remediarlo, me lanzo a sus brazos y le doy un abrazo, e intento abrazarle lo más fuerte que puedo, para evitar que este momento se vaya. Levanto la mirada y lo veo mirándome, sus ojos azules brillan intensamente y en ellos se reflejan mis ojos. Niall acerca sus labios a los míos y me besa.
Cuando nos separamos, muy a nuestro pesar, le digo que ahora sí que me tengo que ir. Así que los dos emprendemos el corto camino que falta para llegar a mi casa.
Ninguno de los dos hablamos, ya que ambos estamos inmersos en nuestros pensamientos. Entonces, como si fuera instintivo, cojo su mano con la mía, entrelazando mis dedos con los suyos. Le miro de reojo, y aunque sigue pensando, noto como una breve sonrisa aparece en su cara.
Cuando estamos delante de la entrada de mi casa, ambos nos quedamos parados, mirándonos y con la mano cogida. No quiero irme.
-Esta ha sido uno de los mejores día que he tenido nunca. -Le digo y Niall asiente.
Antes de irme, le doy un tímido beso y atravieso la entrada de la casa hasta quedar en la puerta, mientras veo como Niall se aleja, con pasos rápidos.