domingo, 13 de enero de 2013

Capítulo 27.

Poco a poco, nuestro camino se cruza y veo que el chico misterioso es Niall. Noto que el corazón se me acelera y me quedo plantada en medio de la calle, sin saber qué hacer.
Entonces, él levanta la cabeza y me ve. Nuestras miradas se cruzan. Los dos dibujamos una media sonrisa en nuestras caras y nos acercamos el uno al otro.
Mientras me acerco a él siento un nuevo mareo, pero intento disimular mi malestar. ¡Está aquí! Todos estos días pensando en él y por fin le tengo aquí delante.
-Noelia, ¿eres tú? - Dice mientras me mira de arriba a abajo.
-Sí, o al menos eso creo. ¿Qué haces aquí? - Le pregunto, mientras suelto una risita.
-Vivo aquí. - Dice mientras señala la casa que está más cercana a nosotros.
Vuelvo a soltar una estúpida risa mientras que en mi mente no paro de preguntarme qué es lo que estoy haciendo. Entonces, vuelvo a sentir un mareo, pero esta vez es tan fuerte que me sacude todo el cuerpo, haciendo que me desestabilize y caiga al suelo. Pero justo antes de rozar la fría acera, noto que unos brazos fuerte me rodean, impidiendo que caiga, y cuando abro los ojos, veo que Niall está abrazándome fuertemente, para evitar que vuelva a caer. Noto su respiración en mi cuello. Ninguno de los dos sabemos qué hacer.
-Gracias.-Le digo en un pequeño susurro, cerca de su cara.
Entonces, como si no hubiera pasado nada, los dos nos apartamos tímidamente. El silencio es tenso entre los dos, pero vuelvo a quejarme sobre mis dolencias.
-Estoy mareada. -Digo mientras me sujeto la cabeza con ambas manos.
-No deberías beber tanto. Eres una niña y no tienes el mismo aguante que una persona adulta.-Dice, mientras sonría e intenta que el ambiente se relaje, y lo consigue.
-¡Eh! Sólo me sacas 3 años, chico mayor. Y tampoco he bebido tanto. - Digo mientras dejo escapar otra risotada, que al momento intento disimular pero me resulta imposible.
-¿Que no has bebido tanto? Sólo hay que verte, y encima has estado a punto de pegarte un buen golpe. - Dice mientras me coge de la mano y me arrastra hacia la puerta de su casa, donde nos sentamos en el bordillo de el escalón de la entrada.
-Aunque, gracias a Dios, tú estabas ahí para salvarme, héroe. - Digo mientras le miro. Él está mirando hacia el cielo y así puedo observar su perfil. ¡Es muy guapo! Sus ojos azul cristalinos brillan con intensidad y tiene una mandíbula muy bien perfilada, un cuello largo y unos brazos que quitan el hipo. De repente, me entran unos calores y me pongo colorada, y él me ve y se ríe, mientras pregunta que qué me pasa. Intento cambiar de tema y entonces él vuelve a hablar.
-Me debes una.-Dice él recuperando su bonita sonrisa.
-Vaya, yo pensaba que salvando a una damisela en apuros te bastaría. - Le digo, lo más irónica que puedo.
-Oh, claro, ese era el propósito que tenía pendiente para ser feliz. -Dice, mientras se ríe a carcajadas.
-No seas tonto.-Le doy un pequeño toque en el brazo.-Además, ¿qué favor te podría hacer yo?
-Pues...-Dice mientras me mira de arriba a abajo, y finalmente centra su vista en un punto de mi cuerpo.-No sé.
Cuando miro en la dirección que marcan sus ojos, veo que el vestido ha subido hasta el punto de que casi se me ve todo. Y cuando digo todo, es todo. Rápidamente, me bajo el vestido hasta ponérmelo lo más largo posible y noto mis mejillas ardiendo.
-¡Eres un cerdo, en serio! Todos los tíos sois unos cerdos.
Veo que él se está riendo al verme enfadada, así que me levanto, lo más digna posible, pero entonces me coge de la mano y me tira hacia él haciendo un poco de fuerza.
Cuando abro los ojos me encuentro con la cálida pero a la vez clara mirada de Niall, que está a pocos centímetros de mí. Ambos tenemos la respiración acelerada, y nuestros corazones laten a un mismo ritmo.
Miro hacia abajo, y para mi sorpresa, veo que estoy sentada en el regazo de Niall, con los tacones tirados en el suelo, y con mis brazos rodeándole el cuello a Niall.
Intenté zafarme de su agarre y levantarme, pero entonces él me sujeta con más fuerza, mientras susurra:
-No te vayas.
-Eh, no me voy a ir, no ahora. Pero si alguien nos viera... No estamos en una postura adecuada y esto se puede sobreentender.-Le dije mientras le miraba también fijamente, aunque no podía evitar sentirme intimidada por él. Joder, estábamos abrazados, y sólo un hilo de aire separaba nuestros rostros. Sus labios estaban a sólo un par de centímetros y las ganas de besarle regresabanY encima estaba sentada encima de él, con mi corto vestido que amenazaba de nuevo con mostrar lo más íntimo de mí.
-Eso no es excusa, nadie pasa por esta calle a esta hora. -Dice de nuevo. Siento su aliento fresco en mi cara.-¿O acaso quieres que te deje tranquila?
-No, no es eso, no es nada de eso. Pero...-Le digo en apenas un susurro, que él interrumpe, acercando sus labios a los míos, y espero ese ansiado beso que nunca llega.
-¿Pero qué?-Dice mientras me acerca más a él y me da un fuerte pero dulce abrazo.-No he parado de pensar en ti. ¿Nunca has tenido esa sensación de cerrar los ojos y que en tu cabeza sólo puedan aparecer imágenes de una persona? Desde que te vi  en mi cabeza sólo has estado tú, nunca me he separado de ti.
¡Vaya! Me he quedado muda y no sé qué decir. Y Niall lo ha notado, ya que me mira expectante en la espera de algo. ¿Le beso o le digo que siento lo mismo? Mi mente está bloqueada y mi cabeza da vueltas. Él acerca su cara a la mía más, si es que puede hacerlo, y yo, comida por los nervios me echo hacía atrás, pero entonces noto el frío en mi espalda, y recuerdo dónde estaba sentada, y entonces, supongo que me he caído a la acera. 
Niall me pregunta si me he hecho daño pero lo único que puedo hacer es reírme a carcajadas. 
-Eres la chica más patosa que he conocido en la vida. - Dice Niall riéndose  contagiado por mis carcajadas.
-Y la única que conocerás. No sé lo que me pasa que cada vez que me encuentro contigo termino tirada en el suelo. - Le digo mientras me incorporo y me siento a su lado.
-Es imposible no acabar cayendo rendida a mis pies. - Dice él con sorna.
-¡Capullo! Vas de subido, pero al final has sido tú el que ha acabado rendido a mis pies.-Le digo, mientras nos miramos a los ojos.
-Puede ser. - Dice y con rapidez, y sin que yo me lo espere, junta sus labios con los míos y me da un un beso, intenso pero dulce, como siempre.
Al cabo de unos segundos largos, me separo de él, empujándole con las dos manos, ya que me estoy quedando sin aire.
-¿Qué haces? ¿No ha estado... bien? - Dice Niall sorprendido.
-Claro que sí, ha estado bien, demasiado bien, pero me quedaba sin aire. - Le digo, mostrándole una de mis mejores sonrisas.
-¿Por qué me dijiste el miércoles que no querías saber nada de mí? Me sentí...-Dice Niall, sin encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos.
-¿Dolido? ¿Rechazado? - Sugerí.
-No, extrañado. Nunca había me había sentido así antes por ninguna chica.
-¿Nunca antes te han rechazado? Já, la primera vez que te rechaza alguien siempre duele, supongo.
-Supongo... Entonces, ¿por qué te comportaste así? - Vuelve a preguntar.
-Estaba insegura, y nerviosa. Pero sobretodo, insegura.
-No tienes que estarlo, nunca te voy a juzgar. - Dice mientras me aparta un mechón y lo posa detrás de mi oreja.
-Posiblemente este sea el día más bonito que he tenido en mucho tiempo. 
-Me siento halagado por formar parte de él. - Dice él, dejando escapar una breve sonrisa.
-Por desgracia, sé que este día tan maravilloso va a acabar y probablemente, ya no tenga más momentos como este.
-Oh, claro que los tendrás. Esto solo es el principio, Noelia. Y si no los tienes, yo procuraré estar a tu lado para llenar tu vida de buenos momentos. -Dijo él, consiguiendo que yo dejara de respirar por un momento.
Entonces, rodeo su cuello con mis brazos, dándole un cálido abrazo que transmita todo lo que siento en estos momentos.
Nos pasamos varios segundos, y cuando nos separamos, veo que es la hora de volver a casa.
-Niall, me tengo que ir.-Le digo mientras me levanto.
-Oh, claro, te acompañaré. No sé cómo has sido de capaz de venir hasta aquí sola. Podrías haberte pasado algo.
-Vamos, no seas tonto, no me iba a pasar nada.
-Noelia, por mucho que insistas, te voy a acompañar.-Dice muy, muy serio.
-Está bien...-Digo mientras frunzo el ceño.
Entonces, él para hacer la gracia y picarme, coge con su mano mi moño y empieza a revolverlo. Con todo esto, Niall consigue que sobre mi pelo quede una maraña de rizos revueltos.
-¡EH! ¿Pero qué haces? ¡Mira cómo me has dejado!-Le digo, muy enfadada.
-Me hace gracia cuando te enfadas, supongo que es por eso por lo que me fije en ti.-Dice mientras me mira, como si estuviera analizando algo.
-Vaya, y las mil cualidades que tengo, te gusto sólo porque me enfado.-Le digo, aún seria.
-Oh, claro que no. No te conozco aún lo suficiente, pero si tuviera que enumerar lo que me gusta y conozco de ti, no tendría palabras suficientes para describirlo.
-Sabes decir las palabras adecuadas para conseguir que me muera de amor. ¿Cómo lo haces? -Le digo, cambiando mi expresión.
-Años de práctica.-Dice, mientras deja escapar una sonrisa socarrona.
-Eres un idiota.-Le digo, mientras le doy un pequeño golpe en el brazo.
-Vamos, Noelia, sabes que estoy bromeando. Sólo me gustas tú y todo lo que tenga que ver contigo. - Dice mientras se toca el pelo de la nuca, y dejando ver un leve rastro de timidez en sus palabras.
Entonces, sin poder remediarlo, me lanzo a sus brazos y le doy un abrazo, e intento abrazarle lo más fuerte que puedo, para evitar que este momento se vaya. Levanto la mirada y lo veo mirándome, sus ojos azules brillan intensamente y en ellos se reflejan mis ojos. Niall acerca sus labios a los míos y me besa.
Cuando nos separamos, muy a nuestro pesar, le digo que ahora sí que me tengo que ir. Así que los dos emprendemos el corto camino que falta para llegar a mi casa.
Ninguno de los dos hablamos, ya que ambos estamos inmersos en nuestros pensamientos. Entonces, como si fuera instintivo, cojo su mano con la mía, entrelazando mis dedos con los suyos. Le miro de reojo, y aunque sigue pensando, noto como una breve sonrisa aparece en su cara.
Cuando estamos delante de la entrada de mi casa, ambos nos quedamos parados, mirándonos y con la mano cogida. No quiero irme.
-Esta ha sido uno de los mejores día que he tenido nunca. -Le digo y Niall asiente.
Antes de irme, le doy un tímido beso y atravieso la entrada de la casa hasta quedar en la puerta, mientras veo como Niall se aleja, con pasos rápidos.





miércoles, 9 de enero de 2013

Capítulo 26.


Dos días después...
Ya estamos a viernes, esto quiere decir que quedan dos días para volver a ver a Niall. Podré hablar con él y solucionar todo. 
Durante estos dos días, en los que no ha pasado nada fuera de lo normal, Valeria y Elías me han estado animando a que intente algo con Niall, aunque he notado que Valeria a veces se cabreaba por mi comportamiento, ya que dice que soy muy indecisa. También les conté locurrido aquel fatídico día en el centro comercial en el que tuve que ayudar a Harry. Valeria incluso lloró cuando se lo conté, porque no podía conocer a los chicos y yo le dije que algún día su sueño se hará realidad. Y espero que sea verdad.
En cierto modo, la entiendo... Debe ser muy frustrante darlo todo por alguien al cual no conoces, pero también la admiro, porque a pesar de todo esto, no ha dejado de perseguir sus sueños e intentar que se hagan realidad..
Aparte de esto, las clases han sido divertidas y he conocido mejor a las chicas, que son muy peculiares, y he podido ver cosas de ellas que nunca hubiera creído. Por ejemplo, Holly, con la que no tengo mucha relación aún, canta de maravilla. 
Pero, en fin, hoy es viernes, y he quedado con las chicas para salir por la noche. Lo primero de todo es decírselo a mis padres. Bajo la escalera lo más rápido posible y llego al salón, donde está mi padre descansando, ya que hace poco que volvió de su trabajo.
-Papá, padre, papi...-Digo mientras pongo cara de no haber roto un plato nunca.
-¿Qué quieres esta vez?
-Las chicas van a salir y me preguntaba si...
-¿Si te dejo salir?
-Sí. 
-No.
-Oh, vamos. ¿Por qué no?
-Sales todo los días, tienes 16 años, es un lugar desconocido... Y a esta lista puedo añadir mil motivos más por los que no quiero que salgas tan tarde.
Touché. A veces, cuando se lo proponía, mi padre podría ser muy ingenioso. Pero yo lo era más, así que saqué mis mejores dotes de actriz y empecé a rebatir sus argumentos mientras me hacía la víctima.
-El motivo por el que salgo todos los días es porque necesito tener amistades con alguien.-Entonces pongo cara de pena.-Me siento tan sola aquí, sólo me hablo con esas chicas, y si no me dejas salir con ellas conseguirás que no quieran juntarse conmigo.
Mi padre me mira pensativo por unos momentos y vuelve a abrir la boca:
-Resultas convincente, pero no lo demasiado.
-¡Vamos, papá! No me puedes tener en casa aquí todos los días. Tengo 16 años, la edad perfecta para salir. Me agobio entre estas cuatro paredes.
Tras decir esto, mi padre me mira un par de veces y aprovecho para hacerle unos pequeños 'pucheros', a ver si le ablando y me deja finalmente salir con las chicas.
-Venga, va, papá...
-Está bie...
-¡Síiii!
-Pero con una condición.
-Te quiero aquí a las 1. Ni un minuto más, ni un minuto menos. 
-A sus órdenes. -Digo mientras me dirijo hacia la escalera pegando saltos.
Ahora sí que es seguro, así que llamo a las chicas y les digo que sigue en pie lo de salir.
Queda una hora y media más o menos para que vengan a recogerme, pero ya estoy arreglándome, ya que si no, después no me da tiempo. 
Lo primero que hago es darme un buena ducha, mientras suena Little Mix de fondo, para aliviar las tensiones de la semana. 
Todo lo que ha ocurrido en estos días es demasiado para asumirlo, quiero decir, estas no son las cosas que le pasan a un chica normal y corriente.
Una vez acabada la ducha, voy a mi habitación y me planto frente el ropero. ¿Qué me puedo poner?
Es la primera vez que salgo de noche aquí, y no sé cómo es el ambiente de la noche.
Tras probar varios modelos posibles, decido ponerme un vestido con la parte de arriba ajustada y de color negro y una falda de vuelo y azul. A todo esto le añado unos botines con un gran tacón. ( http://www.polyvore.com/novela/set?id=68270898#fans )
Con rapidez, me rizo el pelo y me hago un moño muy alto. También opto por maquillarme un poco.
Cuando he acabado, miro el reloj y veo que ya es la hora en la que las chicas tenían que venir a por mí.
Poco después, suena el pitido de un coche. Deben de ser ellas. Meto rápidamente el móvil y algo de dinero en un pequeño bolso de mano y salgo de mi casa, tras haberme despedido de mis padres.
Cuando cierro la puerta, veo a las chicas fuera del coche. Y como siempre, van guapísimas. Diane lleva puesto un vestido negro brillante, de una sola manga e igual de corto que el mío. En cambio, ella lleva unos tacones más altos que los míos.   
( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68350570&.locale=es ) También tiene el pelo rizado y recogido hacia un lado, lo que hace que una cascada de rizos caiga por un lado de su cabeza. Alice ha optado por un vestido por debajo de las rodillas, que es más corto por delante que por detrás, y es de un color rosa chillón. ¡A esta chica si que le gusta destacar!
http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68350914&.locale=es ) Bella lleva puesto unos leggins de cuero y un top, junto con unos enormes taconazos. ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68351202&.locale=es ) Ella, en cambio, tiene su largo pelo liso y suelto. Y por último, está Holly, que lleva puesto un mono largo, de un gran colorido, y el pelo suelto, sin olvidar sus rastas claro, que lucen libres.
Rápidamente, me acerco al coche y todas nos montamos en el vehículo.
El trayecto se hace corto, ya que tampoco está tan lejos de mi calle, y cuando salimos del coche, veo el lugar al que vamos. Es una discoteca, grande, muy grande, que se llama 'Midnight' y hay muchas chicas y muchos chicos de nuestra edad entrando y saliendo, así que nosotras también entramos.
Cuando entramos a la discoteca, puedo comprobar que está repleta de gente de nuestra edad y más mayor que nosotras, pero eso no importa.
La discoteca era enorme. Tenía una amplia pista para bailar. En el centro de dicha pista había una barra circular, donde un hombre y dos chicas atendían lo más rápido que podían a la gente que estaba esperando para recibir su consumición.
Las chicas y yo fuimos a pedir algo. No suelo beber alcohol, ya que una vez cogí una buena y creo que es mejor prevenir que curar, pero un día es un día.
Tras esperar un poco a que nos traigan nuestras respectivas bebidas, vamos a la pista de baile. La música envuelve toda la discoteca, y yo me dejo llevar por el ritmo de la canción que suena en ese momento.
Un rato después, volvemos a pedir otra ronda, y otra, y otra más.
Cuando me doy cuenta, noto que lo que he bebido me está haciendo efecto, ya que estoy mareada. Entonces, paro de bailar para buscar a las chicas, pero no encuentro a ninguna de ellas. ¡Mierda! ¡Me han dejado sola!
Inmediatamente, empiezo a dar vueltas por la discoteca mientras las busco, pero no las encuentro por ningún lado.
Entonces me doy cuenta de que mi móvil no para de sonar y moverse dentro de mi bolso. Cojo rápidamente el móvil y veo que he recibido un mensaje de Diane, en el que me dice que está con su novio, que me quede con las chicas hasta que ella llegue.
Muy gracioso... De hecho, me quedaría con ellas si supiera dónde están. Decido esperar varios minutos, a ver si aparecen, pero sigo sin encontrarlas. Al cabo de un rato me empiezo a agobiar, y tomo la rápida decisión de irme a mi casa, ya que no está muy lejos, 15 minutos andando más o menos.
Pasados unos 10 minutos, ya he llegado al principio de mi calle. Tengo los pies destrozados, así que me quito los tacones para seguir caminando.
Entonces, veo a lo lejos la silueta de un chico. Viene en mi dirección y va mirando el suelo cabizbajo.
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He puesto una cosa nueva, que son los links con la ropa que más o menos me imagino a los personajes. Para verlos, lo seleccionás (el link) y le dais con el botón derecho a acceder :3 Este capítulo no me gusta mucho, pero sirve para enlazar las cosas :3 

martes, 8 de enero de 2013

Capítulo 25.

¡Es el chico de los rizos! ¿Cómo dijo Diane que se llamaba? ¡Ah, sí! Harry. ¡Es Harry!
Lo peor de todo es que no he sido la única que ha descubierto su identidad, ya que casi todas las chicas que habían en aquel pequeño pasillo están gritando mientras dicen el nombre del chico. El chico me miró agobiado y con cara de cachorrito. ¡Pobre! En cierto modo, ha sido culpa mía también que llegáramos a esta situación.
Para intentar ayudarlo, le tiendo la mano y le empujo al probador libre más cercano. Cuando estamos dentro, extendemos la tela, que aunque no proteja mucho, algo es algo y nos pegamos a la pared.
-¿Y ahora qué hacemos? - Me pregunta el chico de los rizos un poco desorientado una vez que estamos a salvo, o al menos eso creo.
-Esperar... No podemos hacer nada mejor. Por cierto, soy Noelia. - Le digo tendiéndole la mano.
-Y yo Harry Styles, aunque ya lo sabías. -Dice mientras me da un apretón en la mano y me da dos besos.
-¡Eh! ¿Pero por qué os pensáis que le gustáis a todo el mundo? - Le digo.
-¿No te gustamos? - Dice poniendo cara de niño bueno. - ¡Qué pena! - Vuelve a decir mientras suelta una carcajada.-Aunque no entiendo el por qué, ya que somos probablemente las personas más adorables y perfectas de este mundo. Y no lo digo yo, lo dicen millones de chicas.-Vuelve a decir sonriendo de una manera fanfarrona.
Sin poderlo evitar le doy un pequeño golpe en el brazo y él finge que le he hecho daño.
-De todas maneras, gracias por salvarme el culo. Estoy muy agradecido, de veras. Y yo que quería que esto fuera un día tranquilo sin gritos ni flashes, pero cuando algo sale mal, siempre acabará peor.-Dice cambiando de tema. - Las Directioners son lo mejor que tenemos los chicos y yo, y ellas nos han ayudado a estar donde estamos, pero a veces no podemos hacer nada sin que tengamos a cientos de chicas detrás. Es muy frustrante, me gustaría tener sólo un día para mí mismo.
-Supongo que es normal que estén así, y también es normal tu actitud hacia ello. Pero si yo me encontrara con mis ídolos estaría igual de eufórica. Mi mejor amiga, Valeria, es Directioner, y te aseguro que daría todo por conoceros y por poder pasar aunque sea un minuto a vuestro lado..
-Me gustaría conocerlas a todas, son geniales. Y muy dedicadas. Además, siempre es bueno saber que le gustas a tanta gente, te sube la moral.- Dice Harry sonriendo.
Por un momento nos quedamos callados y aprovecho para fijarme en el chico del pelo rizado, Harry. Su pelo es de un precioso color castaño, y sus rizos alborotados rozan su cuello. Sus ojos son de un verde increíble y brillan con mucha fuerza. Es más alto que yo y puedo notar que es musculoso y delgado.
En el exterior del probador seguimos escuchando los gritos de las fans, diciéndole a Harry que le quieren.
-¿Qué podemos hacer? Dentro de poco se darán cuenta de que estoy aquí dentro y pasarán. -Dice preocupado.
-Déjame que piense algo. -Digo mientras observo mi móvil. -¡Ya lo tengo!
Rápidamente, llamo a Alice, para llevar a cabo mi plan. Lo primero que hago es marcar su número, y cuando contesta le digo:
-¿Noelia? ¿Qué te pasa? ¿Por qué me llamas al móvil si estoy a pocos metros de ti? - Dice ella, un poco perdida.
-Estoy en en el segundo probador a la derecha del tuyo. Me he encontrado con... alguien. Y necesito tu ayuda.
-¿Con quién te has encontrado?
-Harry. Harry Styles. No sé si lo conocer...-Justo antes de terminar la frase escucho un chillido que supera todas las voces de las chicas que hay fuera del probador.-¿Has sido tú? -Le pregunto.-No sabía que te gustaba One Direction.
-Pero ¿cómo no me van a gustar? ¡¡¡Les sigo desde que salieron del programa X Factor!!! Dios, no puedo respirar.
Al momento, vuelvo a escuchar otro chillido, pero esta vez suena muy pegado a mi oreja. Miro a Harry y él a su vez, mira hacia el suelo mientras se ríe.
-Relájate, por favor, y ayúdanos.
-Cla-aro. ¿Qué tengo que hacer?
-Tienes que venir al probador que te he dicho... Trae toda la ropa que te vayas a comprar, págala antes si puedes, y ven rápido.
-Claro, iré rápido, pero¿para qué quiere la ropa?
-No tardes.-Digo antes de colgarle.
Tras colgar, me guardo el móvil en el bolsillo.
-¿Y cuál es esa idea que nos librará de todo esto, si puede saberse?-Pregunta Harry, demostrando cierto interés en lo que pasa por mi mente.
-Por favor, deja el final para el factor sorpresa. -Digo mientras le lanzo una sonrisa.
-¡Vaya! Tenemos ante nosotros a una chica misteriosa.-Ambos reímos.-Me caes bien, ¿sabes? Algún día te presentaré a los chicos.
-Oh, ya conozco a Niall.-Digo y entonces me mira con una cara extrañada.-Fue en...
Justo en ese momento, algo me interrumpe y me quedo callada, al pensar que puede ser alguna de las fans de Harry, pero entonces, veo asomar por una pequeña apertura la corta melena rosada de Alice. En cuanto ve a mi famoso acompañante, se queda plantada, haciendo posible que alguien nos vea, pero le cojo el brazo de un tirón y la meto dentro del probador.
-¡Dios, dios, diooooos! -Dice Alice, sin poder reaccionar.
-Eh... Hola.-Dice Harry mientras le saluda.
Entonces Alice empieza a llorar y se acerca a Harry y le abraza. Entonces él me mira con cara de que no puede hacer nada, así que le devuelve el abrazo a mi nueva amiga.
Cuando pasan unos minutos, dos tal vez, Alice se separa del chico un poco más tranquila, y cuando se calma del todo, empiezo a llevar a cabo mi idea.
 Los dos me miran impacientemente y preguntan cuál es el plan.
-A ver, es fácil, Harry, tú me das tu sudadera y finjo ser tú, se notará a canteo, pero creo que te dará tiempo a salir. Alice, dame la ropa que has comprado, Harry póntela y sal deprisa, yo saldré antes, para despistar. Y tú, Alice, coge tu coche y espéranos en la puerta con Diane. -Le digo y ellos me miran con caras sorprendidas. - No se me ocurre nada mejor.
-¿Y no crees que se darán cuenta? No creo que sean tan tontas.-Dice Harry.
-A ver qué se te ocurre a ti, listillo. No soy una genia, y ante situaciones arriesgadas, medidas arriesgadas.
-Está bien, si no nos queda otra...-Dice el chico resignado.
-Efectivamente, esto es lo único que tenemos. Cámbiate.
Entonces, Alice sale y cuando está reunida con Diane en su coche, me llama al móvil. Harry se quita la sudadera y me la da. Me hago un moño bajo y me pongo la capucha. Veo como se pone encima de su ropa una sudadera de chica y una chaqueta. Entonces una vez que ambos nos hemos cambiado la ropa, nos miramos y nos reímos el uno del otro.
-Te queda muy bien la ropa, guapa.-Le digo.
-Jajaja, lo sé.-Dice mientras se contonea delante del espejo del probador. Entonces me empiezo a reír y él me devuelve a la realidad diciéndome que nos tenemos que ir.
-Tú primera.-Dice. 
-Cuando escuches que los gritos se alejan, sal.
Cuando ya me siento preparada, salgo del probador e inmediatamente, siento que un gran tumulto me rodea. Intento ir lo más rápido que puedo a la puerta de entrada del centro comercial. Por suerte, la salida no está lejos y cuando me doy cuenta, he conseguido esquivar a las chicas que me persiguen creyendo que soy su adorado Harry. 
Consigo librarme del último grupo de chicas que me persigue y salgo a la calle, y justo como dije, allí estaba el coche esperando.
Entonces, cuando todas las chicas están en la puerta del centro comercial mirando hacia todos los lados buscando a su ídolo, veo a Harry salir. Por suerte, nadie ha notado su presencia, ya que ha salido por un lado de la gran puerta de salida, y puede llegar al coche sin dificultad y pasando desapercibido. Entonces, cuando se ha metido en el coche, me quito la capucha y puedo llegar a ver a muchas chicas que me observan, muy decepcionadas, al sentirse engañadas. Entonces es cuando ellas se marchan a seguir con su día normal.
Una vez montados en el coche, Diane saluda a Harry, y el chico la reconocer como la chica que trabaja en Nando's. Seguidamente, nos da la dirección a la que le tenemos que llevarle. Alice conduce mientras mira un punto de la carrera fijo y veo que en sus ojos se asoman unas pequeñas lágrimas. Mientras llegamos, nos cuenta que tienen una casa en Mullingar, donde viven los cinco chicos juntos ya que están pasando aquí unas pequeñas vacaciones. 
Cuando llegamos a la puerta de la casa, Harry dice:
-Muchas gracias por haberme ayudado, chicas. Noelia espero que nos veamos pronto.
-Claro que sí.
-Y bueno, me tengo que ir. -Dice Harry, pero en una fracción de segundo, mira a Alice y la ve muy afectada, entonces decide decirle algo:-Alice, ha sido un placer conocerte.
En un pequeño gesto, le coge la mano y le da un delicado beso. Las tres nos quedamos atónitas. Ella le dice gracias en un pequeño susurro. 
El chico de los rizos perfectos y la sonrisa bonita sale finalmente del coche mientras nos despide con la mano, hasta que se sumerge en el interior de la casa.
Entonces es cuando Diane y y miramos a Alice y entonces vemos a la peculiar chica tirada sobre el volante mientras se ríe como una loca enamorada.
Cuando por fin se calma, Alice nos deja a Diane y a mí en casa y finalmente la vemos desaparecer al final de la calle. Posiblemente, este haya sido uno de los mejores días de su vida.
Una vez en mi casa, hago balance de mi corta estancia en Mullinga. En poco tiempo he conocido a dos chicos de One Direction y me ha empezado a gustar uno de ellos. ¿Es posible que todo esto sea verdad y me esté pasando a mí, a una chica normal que no tenía muchas expectativas de su viaje?
Entonces detengo la mirada en mis brazos, y me doy cuenta de que aún tengo la sudadera de Harry puesta. Esto quiere decir que le volveré a ver, para devolvérsela claro.
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Tengo que decir una cosa para los próximos capítulos. Me gustaría que llegaran al menos a las 50 visitas, porque todos los capítulos lo han conseguido. ¿Me podríais hacer un favor y recomendar la novela a vuestras seguidoras? Gracias<33

miércoles, 2 de enero de 2013

Capítulo 24.

Mientras vamos en el coche, las chicas y yo hablamos sobre nuestro primer día en el nuevo trimestre. El corto pero divertido viaje se pasa volando y cuando me doy cuenta, ya hemos llegado al centro comercial de Mullingar. ¡Es enorme!  Desde fuere puedo ver que tiene 3 plantas y está recubierto de nieve, como todo Mullingar en estas fechas, una nieve blanca como las nubes.  Las chicas se apresuran a entrar y me dejan atrás, por lo que voy corriendo hacia ellas evitando caerme. 
Cuando entro, me quedo el doble de maravillada. Este centro comercial es incluso más grande que los que hay en Madrid. Y al parecer, también es muy frecuentado, porque está lleno de gente. Las chicas miran los escaparates y yo, sin embargo, observo mi alrededor. 
Veo que Alice tira me tira del brazo a una tienda de ropa muy llamativa, tanto de mujer como de hombre.
Sin poder remediarlo, nos introducimos en el interior de la tienda, y mientras yo miro la ropa que hay en esta tienda, Alice no para de coger prendas para probarse posteriormente.
Cuando lleva un buen número de prendas en su brazo, nos dirigimos al probador, mientras le pregunto dónde está Diane y ella me responde que ha ido a otra tienda de ropa, ya que este no es su estilo.
Cuando llegamos a los probadores, ella entra en uno a probarse toda la ropa que escogió. Como no sé qué hacer, la espero en el pasillo donde se encuentran todos los probadores.
¡Qué aburrimiento, dios! No me gusta esperar a la gente mientras comprar ropa. Para entretenerme miro a las diferentes chicas y chicos que hay en la tienda.
-Noeeee, pruébate este vestido, te quedará genial. - Dice Alice interrumpiendo mis pensamientos y pasándome por encima de la puerta un corto vestido rosa fucsia.
-No creo que me quede bien, Alice. -Le digo examinando el vestido.
-¡Qué sí, hazme caso! Pruébatelo y me avisas. 
Haciendo caso a Alice, me dirijo a un probador que está alejado del de ella. Mientras me dirijo hacia allí, noto que la cortina de uno de los probadores se abre y un encapuchado sale de allí. Veo que se dirige hacia mí, y no sé como avanzar, ya que el pasillo de los probadores es pequeño y está abarrotado de gente.
Decido optar por apartarme y pasar por el lado del encapuchado, pero él hace lo mismo y nos chocamos. ¡Maldita sea! ¿Por qué soy tan patosa? No paro de chocarme con la gente.
Entonces, los dos caemos al suelo y veo que a él se le ha caído la capucha de su sudadera, dejando al descubierto su rostro y su identidad.