Capítulo 18.

Con un suave empujoncito, alejo a Niall de mí y empiezo a chillar.
-¡Mierda, llego tarde al instituto! ¡Joder, es el primer día! 
Niall sigue embobado y le miro y me empiezo a reír.
-¡Vamos! Quita esa cara de panoli y sonríe. -Le digo entre risas, y cuando él reacciona le guiño el ojo.:-Sólo te he dado dos besos y ya no te puedes despegar de mí, ¿eh? 
Tras decirle esto último, su reacción es reírse y seguir mirándome. ¡Es muy exasperante cuando me mira así! Por cierto, ¿sabrá él dónde estará mi instituto?
-Niall, ¿sabes dónde está este instituto? Es mi primer día y ya llego tarde. ¡Es todo por tu culpa! 
-Jaja, a ver, déjame ver. Sí, lo conozco, si quieres puedo acompañarte. 
Sin embargo, en ocasiones como esta es muy majo. Antes de irnos, él se vuelve a poner la gorra y las gafas y mientras me dice:
-En realidad has inventado esto como excusa para estar más tiempo conmigo.
-¡Eres odioso!
-¿Antes no lo era? - Dice con una sonrisa infantil.
-Vamos, no tengo tiempo que perder. - Le digo tirándole del brazo para dirigirnos a la calle.
Una vez en la calle, empezamos a andar y mientras me pregunta cosas sobre mí, como por ejemplo mi edad y dónde vivo.
-Bueno, Noelia, ¿de dónde eres? -Me pregunta mientras vamos caminando por las frías calles.
-De España, pero me mudé porque mi padre tenía que trabajar aquí.
-¡Oh, vaya! Me encanta España. Sé hablar un 'pocito' de español. -Esto último me lo dice en español. Inmediatamente, me empiezo a reír y él hace lo mismo. Le corrijo lo que ha dicho y empieza a reír de nuevo. De pronto dice:
-Eres diferente a todas las chicas que he conocido. Ninguna se atrevería a hacer lo que tú hiciste en la cafetería. -Dice muy serio.
Al verlo serio me pregunto qué le pasará. Así que intento que haga sonreír haciéndole alguna broma, como en la cafetería
-Te lo he dicho antes, una vez que me has conocido estarás pensando en mí todo el rato y no podrás olvidarme. -Le digo irónicamente, mientras le guiño el ojo. 
Él sigue mirando hacia el suelo y entonces noto como coge mi mano y la cubre con la suya. 
No soy capaz de separar mi mano de la suya, parece como si estuvieran hechas para encajar a la perfección.
De cualquier manera, tampoco quiero estropear este mágico momento que se ha creado entre nosotros.